domingo, 30 de noviembre de 2008

Vicente Fox quiere casarse en Covadonga tras haber anulado sus anteriores enlaces


LNE


El ex presidente de México Vicente Fox quiere casarse por la iglesia en el santuario de Covadonga con su esposa, Marta Sahagún. Y la elección no es baladí, ya que Fox hunde sus raíces en el oriente asturiano. Concretamente, en Peruyes (Cangas de Onís), donde está la casa natal de su madre, Mercedes Quesada.

Ambos podrán sellar su amor ante la Santina gracias a que acaban de conseguir la anulación de sus anteriores enlaces. Así lo anunció el ex mandatario en un reportaje de la revista «¡Hola!» en su edición mexicana. «Ya están resueltos todos los papeles de nulidad eclesiástica, tanto los de Marta como los míos», explicó. Acto seguido, mencionó su intención de celebrar la ceremonia en Covadonga, un lugar que Fox visitó con su esposa el pasado mes de octubre, con motivo del homenaje que se le brindó en Cangas de Onís.

De hecho, ambos tuvieron oportunidad en octubre de asistir a una misa en la santa cueva. «En México también queremos mucho a la Santina», declaró el ex presidente, quien en su paseo por el real sitio no dejó de recibir las muestras de cariño de la gente. Vicente Fox recogió en Cangas de Onís la medalla del concejo. Y visitó Peruyes, donde tuvo oportunidad de entrar en la casona del siglo XVIII situada a la entrada del pueblo que perteneció a su familia materna y en la que se crió su madre.

Ahora, tanto Fox como Sahagún podrían volver a Covadonga si sus planes de contraer matrimonio ante la Santina siguen adelante.


sábado, 29 de noviembre de 2008

SAGASTA EN CANGAS DE ONIS



Sagasta en Cangas de Onís



El Auseva
Cuando llegó al campo la comitiva, fue recibida por los Sres. González Alonso y don Juan Torralba.
Esperando la llegada de todas las demás personas que habían de participar del banquete, el Sr.Sagasta y demás personas que le acompañaban, tomaron asiento, bajo la sombra de un castaño.
La espera no fue larga. El excelente caballero D. Francisco González Alonso, encargado del banquete, desplegó toda su actividad, disponiendo con acierto lo más indispensable para que el almuerzo nose retardara ni dejara nada que desear.
Tomaron asiento los comensales, cuyo número nos sería imposible precisar, en las largas mesas colocadas en condiciones inmejorables para que no molestaran los rayos del sol y llegaran a todos las frescas ondas de la brisa.
Ocuparon el centro de la mesa los señores Sagasta que tenía a su derecha al antiguo liberal y actualmente diputado provincial D. Juan A. Uría, y a su izquierda al diputado provincial por este distrito D.Victoriano Ceñal. Enfrente de estos personajes tenían asiento los Sres. Marqués de Teverga, Suárez Inclán y
Suárez Guanes.
En la mesa ocuparon asiento todas las personas importantes que habían venido acompañando al Sr.Sagasta y la mayoría de los liberales de Parres y Cangas. No pudiendo dar una lista completa, por el gran número de comensales y porque no todos tuvieron asiento en las mesas por falta de sitio, almorzando en otras inmediatas que se colocaron al efecto y aún tirados sobre la fresca yerba, renunciamos a hacerlo para no incurrir en omisiones. Baste decir que allí estaban las personas de más significación en el partido liberal de toda la provincia.

He aquí ahora el menú, que fue elogiado por todos:
Consommé a la imperial.- Pastelillos a la Reina.- Solomillo a la jardinera.- Salmón con salsa tártara.
Asados.- Pollos.- Pichones y ensalada.- Galantina troufée.- Jamón en dulce.
Postres.- Piña.- Queso de bola y de Cabrales.- Frutas y pastas.
Vinos. Jerez.- Chateaux Lafit.- Champagne.
Café y licores.
Al descorchar las botellas del Champagne y el espumoso líquido hervía en las copas, se levantó el Sr.Marqués de Teverga, pronunciando un elocuente brindis que fue aplaudido estrepitosamente por los que lo escucharon: Suplicó al Sr. Sagasta que jurara por defender la libertad.
Acto seguido se levantó el Sr. Suárez Inclán y después de un exordio brevísimo y valiente que fue muy aplaudido, dirigió los envenenados dardos de su censura al caciquismo que en Asturias impera para mal de los Asturianos.
D. Juan Torralba, no pudiendo contener su entusiasmo interrumpió al orador dándole un estrecho abrazo. Poco más dijo el Sr. Suárez, que diferentes veces fue interrumpido por los vivas y aplausos de todos, y al terminar su brindis renováronse los abrazos, los aplausos y las aclamaciones. Diéronse un apretado
abrazo los Sres. Marqués de Teverga y Suárez Inclán y los vivas en este punto adquirieron las proporciones de una verdadera manifestación.
Levantose D. Victoriano Ceñal pronunciando un breve pero inspirado brindis, que fue muy aplaudido. Al dejar la palabra el orador salió un ¡Viva D. Victoriano Ceñal! De entre el numeroso gentío que rodeaba la mesa.
Entre aclamaciones y aplausos, púsose en pie el Sr. Sagasta. Con voz inteligible, con palabra fácil y correcta, pronunció un precioso brindis, cuyo exordio poético dedicó a ensalzar las maravillas que encierra este país, su exuberancia y su historia. Nos habló de Pelayo, de su corte, de nuestras mujeres y de nuestro
cielo, con palabras inspiradas y hermosas: “Aquí, dijo, donde no hay un pueblo, ni una aldea, ni un caserío, ni un valle, ni un río, ni una piedra que no guarde algún recuerdo grande e histórico.” Describir el entusiasmo, el ruido, la algazara que produjeron las palabras del eminente repúblico, sería intentar lo
imposible. Terminó su brindis diciendo estas o muy parecidas palabras: “Aquí donde juró Pelayo el exterminio de sus enemigos, yo juro defender la libertad hasta perder la última gota de mi sangre.”
Los aplausos ensordecieron el espacio; los abrazos menudeaban y por un momento temimos por la vida del Sr. Sagasta. Tal era el entusiasmo que despertaron sus palabras.
Se repartieron profusión de preciosas cintas de raso con estas inscripciones en oro: “Al Excmo. Sr. D. Práxedes M. Sagasta.- 14 de agosto de 1892. Viva la libertad, viva Sagasta.”
Acercáronse a la mesa las mariñegas dirigidas siempre por D. Rodrigo Cueto y con aplauso de todos entonaron sus cantos que agradaron muchísimo al Sr.Sagasta, según dijo diferentes veces.
A los que no habían tenido asiento en la mesa y que estaban almorzando en el suelo les dijo el Sr.Sagasta que así hubiera deseado almorzar él.
Sus continuos paseos por el campo de la Jura fueron una constante ovación. Prescindíase del hombre político, sólo se rendía homenaje al hombre excelente que tenía para todos palabras cariñosas y sonrisas. A su paso sólo se escuchaban elogios a su amabilidad y sencillez y al pasar dejaba una estela de
satisfacción en todos los semblantes.
Le dijeron que las más distinguidas señoritas de nuestro pueblo deseaban saludarle, y se apresuró a salir al encuentro de ellas.
Así era efectivamente. Formando una cadena estaban las elegantes y hermosas señoritas Carmen Gracia, Petra González, Carmen Rémola, Secundina y Silveria Frade y Elena, Celina y Joaquina Vázquez, que venían a saludar al Sr. Sagasta y a entregarle una preciosa guirnalda de flores de que pendían lindas de raso. Al propio tiempo le entregaron una tarjeta que decía: “Las señoritas de Cangas de Onís al Sr. Sagasta.”
Ambas cosas aceptó el eminente estadista, haciendo público su agradecimiento a las citadas bellas, a quienes obsequió con champagne y café.
Sabedor el Sr. Sagasta de que en el campo se hallaba un fotógrafo (que era el de esta villa D. Macario G. Arévalo) manifestó deseos de retratarse en grupo, eligiendo para ello un sitio próximo al en que se verificó el banquete.
Caprichosa en extremo era la colocación de las personas. Sentado en una silla, a la sombra de castaños seculares, el Sr. Sagasta que tenía a su derecha al Sr. Marqués de Teverga a quien seguía el Dr. Calleja y a la izquierda al Sr. Suárez Inclán. A los pies una corona de flores que le había sido entregada por la
distinguida e ilustrada Srta. Petra González, y recostadas sobre el césped infinidad de personas, entre las cuales figuraban las señoritas que habían saludado al Sr. Sagasta.
El ilustrado abogado D. César Llano, suplicó al Sr. Sagasta en nombre de todos y de todas que presidiera el baile que había de celebrarse por la noche en el Círculo Liberal, a que se negó con frases de agradecimiento, por tener, según dijo, precisión de volver a Borines.”
Sagasta fue recibido el día 14 de agosto de 1892, con un sol abrasador, en Cangas de Onís, donde la banda municipal de Avilés, compuesta por 34 miembros, ejecutaba su repertorio en la plaza de San Pelayo. Hacia las diez y media de la mañana, los cohetes y palenques anunciaron su llegada, agolpándose la muchedumbre en las proximidades del puente nuevo, adornado por dos arcos de follaje, uno a cada extremo, en los que se leía: en uno, “Los liberales de Parres al Excmo. Sr. D. Práxedes Mateo Sagasta” y al
dorso: “Viva el sufragio universal”. En otro, “Los liberales de Cangas de Onís al Excmo. Sr. D. Práxedes M. Sagasta” y al dorso: “Viva el Sr. Sagasta”.
! Al llegar los visitantes al puente, la banda interpretó el himno de Riego, entre el entusiasmo popular. Salieron a saludar a Sagasta, todos los socios del Círculo Liberal de la villa, con su presidente Ramón Blanco y una comisión del Ayuntamiento, que le fue presentada por Victoriano Ceñal. Venía Sagasta
en un landeau, tirado por cuatro caballos, y con él, el Marqués de Teverga, Suárez Inclán y José Gómez.
La comitiva entró por la calle San Pelayo, engalanados sus balcones, arrojando flores y palomas al paso del estadista que se dirigió al Círculo Liberal donde fue cumplimentado. De allí pasó a casa de los Sres. de Ceñal, donde le fueron presentados las personalidades militares y judiciales. Y por fin, el carruaje que
conducía a Sagasta se dirigió al campo de la Jura, seguido de otros 36 totalmente llenos y aún mucha gente a pie. Hemos visto la crónica de lo sucedido en dicho lugar. Una vez que abandonó éste, visitó Covadonga,
donde estuvo por espacio de una hora, acompañado en todo momento por una comisión de los miembros del Cabildo presidida por su anciano Abad que le mostraron la Santa Cueva y la catedral en construcción.
Regresó a Cangas, para abandonar la villa en el día, sin quedarse al baile programado en el CírculoLiberal.

REDACCIÓN, “El Sr. Sagasta en Cangas de Onís... En el campo de la Jura”, en El Auseva, núm. 71, Cangas
de Onís, 21 de agosto de 1892, pp. 2-3.

viernes, 28 de noviembre de 2008

NOTAS SOBRE CANGAS DE ARRIBA

Notas sobre Cangas de Arriba

Celso Diego Somoano

Ya Ambrosio de Morales, cronista del rey Felipe II, en 1572 distinguía dos Cangas. La zona de Cangas de Arriba y la zona baja o del Mercado, mucho más moderna, que había nacido en torno al camino que a través del Puente Viejo, iba hacia Covadonga y las Montañas de Santander. Cangas de Arriba, sin duda origen del actual Cangas, sigue siendo, como tal zona, el Cangas más emblemático de la ciudad. Allí se encuentran la capilla de San Antonio de Padua, y allí se sitúan, asimismo, la vieja Escuela, el Hospital, la vieja Iglesia de Santa María del Mercado, los sucesivos cementerios de la parroquia, el Robledal, el Palación de la Prida, las viejas casas, aún con sabor campesino y señorial, los barrios de los alfareros, de los pastores, de los canteros, las viejas fuentes que surtieron durante siglos a los cangueses, y el molino, todo ello situado entre la riega de Ricao, hoy escondida entre tubos y piedras, para llegar al Güeña; y la riega del Castrillo, que baja cantando hasta la Pontiga, después de soñar en el viejo molino, para unirse luego con el agua del Güeña, buscando el Sella.

La Capilla de San Antonio.

Pronto hará cien años que la capilla de San Antonio ocupa el lugar actual, y también su forma. La pequeña capilla, de nave rectangular, y ábside cuadrado, en su construcción primitiva, tenía acceso por el lado oeste y su altar ocupaba la parte este, donde estaba colocado un viejo y hermoso retablo barroco. Tenía pórtico a su entrada y un rústico campanario de una sola campana o “esquila”. No sabemos cuando se hizo esta primitiva capilla, pues no existe en la parroquia el libro de visitas de ella, que existió, al menos, hasta 1936, pero sí sabemos que, la capilla, existía a fines del siglo XVII.

En el año 1720, Francisco Cortés de la Vega, dueño del Palacio de Cortés en el Mercado, por su testamento, deja, entre otras mandas, tres misas en honor de San Antonio “en su capilla” En varias mandas piadosas del siglo XVII, se citan “misas a San Antonio”, que con los foros y censos, que conocemos, a favor del mismo nos indican que existía gran devoción al santo.
D. Juan Francisco de la Vega, presbítero, fallecido en julio de 1779, deja por su testamento
la fundación de una capellanía, en esta parroquia de Santa María de Cangas, con la carga de 24 misas anuales, de las cuales se han de decir doce en la “Capilla de San Antonio de dicha Parroquia y sitio de la Baras”. La fundación es realizada ante el escribano Santos Josef Carcedo, por el sobrino del testador, Gaspar Francisco de Noriega y la Vega, en el año 1781.

El párroco D. Victoriano Lamadrid, con fecha 20 de mayo de 1889, solicita licencia para hacer obra en dicha capilla, indicando que la parroquia contribuiría con 310 pesetas y el resto sería puesto por los devotos. Pero, gracias a la generosidad de un hijo de la villa, D. Federico Ortiz Suárez, no haría falta ninguna ayuda. Todos los gastos de la obra correrían a su costa.
El 5 de julio de 1900, se saca a remate el proyecto de la construcción de la nueva capilla.
Dicho proyecto fue adjudicado a D. Bonifacio Garro en la cantidad de 11.575 pesetas. (D. Bonifacio Garro, fue un contratista de muy reconocida competencia. Obras suyas fueron el edificio del Ayuntamiento de Infiesto, con proyecto del arquitecto Aguirre, el edificio de la casa del matrimonio Sánchez-Garro, en la Baragaña, de Cangas de Onís, el edificio del Salto de la ElectroCanguesa de Caño, trabajos de la Catedral de Covadonga y obras de una Torre, pareja a la que existe en Llanes, que luego no se construyó)


En la sesión del Ayuntamiento del día 1 de septiembre se aprobó el proyecto, presentado por D. Ramón Blanco, indicando “que se ha de edificar en el mismo sitio que la antigua, pero mirando al Norte”, con autorización de ensancharla los metros convenientes, y “derribar los árboles que fuesen necesarios”. Los árboles derribados fueron tres robles, que más tarde fueron subastados.
Inmediatamente se dio principio al derribo de la vieja capilla
En mayo de 1903 se escribe “Por fin los trabajos ulteriores de la capilla de San Antonio, que con tanta filantropía costeó y costea D. Federico Ortiz, ya se están terminando. El inteligente pintor D. Eufemiano Cuervo, está encargado de dar término a la brillante obra del dorado en el retablo.” El día 5 de junio del mismo año se procedió a la inauguración solemne del nuevo templo. La imagen del Santo quedó colocada en el centro del viejo retablo, junto con otras.
Esta capilla tiene, adosado a su fachada norte, un pórtico, sostenido por cuatro columnas toscanas sobre el muro que lo cierra, con sencillo friso y tímpano de madera. La fachada de entrada lleva puerta de hierro, con amplio arco de medio punto, y está coronada por espadaña de doble hueco. Tiene una única nave cubierta de bóveda de medio cañón separada de la cabecera con arco triunfal. La cabecera se cubre con bóveda de arista. La capilla está dotada de dos sacristías, con entrada a ellas desde la cabecera.
Actualmente nada queda del viejo retablo e imágenes, excepto, la de San Antonio, patrono de la ciudad de Cangas de Onís, a quien acompaña otra vieja imagen de Santa Ana, acaso románica, que procede de la capilla, de su advocación, que estuvo adosada a la Iglesia parroquial.
La vieja Escuela. Al lado de la vieja capilla y, casi adosada a ella, se encontraba la Casa de Novenas o Casa de San Antonio, que en el principio del siglo XIX, año de 1805, mediante la fundación de D. Felipe de Posada y Soto, Arcediano de Babia, Dignidad y Canónigo de la Catedral de Oviedo, sería transformada en “la casa de Escuela”.
Las Escuelas de niños y niñas venían ocupando los dos bajos edificios, que seguían a esta casa. Allí, en aquel espacio, se mantuvo la enseñanza primaria, la de niños hasta el año 1910, en que se pasó a ocupar el edificio, que luego citaremos, por haberse graduado la Enseñanza, y la de niñas hasta los años treinta.
La Escuela Graduada, niños y niñas, de Contranquil, fue construida y ocupada en el período
1934-36.

El Hospital.

El hermoso edificio, de una sola planta, con dos cuerpos laterales y pórtico central, situado
cerca de la capilla y de las viejas escuelas, conocido anteriormente como el Hospital, las Escuela Graduada desde 1910, y, actualmente, como Escuela de taller, fue construido y fundado como Hospital, a expensas de D. Jovino García Tuñón y su esposa Doña Carmen de la Vega, en el año 1881. Durante unos años, y bajo la dirección de Dª Antonina Cortés Llanos y otras señoras, funcionó como tal Hospital, pero por falta de subvenciones, dotaciones, y otras ayudas, cerró muy pronto.

A 1º de octubre de 1895, “el Excmo. Sr. D. Jovino García de Tuñón, Senador del Reino y su esposa Doña Carmen de la Vega, vecinos de Madrid”, hacen cesión de dicho edificio al Ayuntamiento, representado en la cesión por D. Raimundo Sánchez Prado Alcalde Presidente de la Corporación Municipal y por D. Benito Gutiérrez Frade, síndico de la misma, ante el notario D. Antonio Pérez Sela.

Pasó el edificio a ser Centro de la Escuelas Graduada en el año 1910, siendo Alcalde D. Manuel Pendás. El Sr. García Tuñón y González Longoria, había sido Juez de Primera Enseñanza de Cangas de Onís en los años 1868 hasta 1876. Desde 1893 a 1896 fue senador por Matanzas
(Cuba). Falleció el 5 de diciembre de 1910.
En el pórtico lleva el edificio una placa en mármol que dice:

EDIFICIO
FUNDADO A ESPENSAS
DEL EXCMO. Sr. Dn. JOVINO Gra. TUÑON
Y SU ESPOSA
Dª CARMEN DE LA VEGA
EL AÑO DE 1881

El robledal de San Antonio.

Al lado norte de la Capilla se extiende un hermoso Campo rodeado de robles, en el que los cangueses celebran, aún, lo más típico de la fiesta de San Antonio. En el centro del mismo se encuentra una mesa de piedra con un solo pié, que en los bordes de ella se lee la siguiente
inscripción:

A ESPENSAS DE D. SEBASTIÁN DE POSADA
Y SOTO, EL AÑO DE 1804, ME PUSIERON AQUÍ,
Y A LAS DEL MISMO, AÑO DE 1786 SE
PLANTARON LOS ROBLES DEL CAMPO; Y DI
CHO D. SEBASTIÁN DECLARA NO TENER NINGÚN
DERECHO DE PROPIEDAD Y POSESIÓN EN EL
TERRAZGO DE ESTE PLANTÍO.

Aquí se celebraron mercados y ferias, hasta hace pocos años, y de aquí parte la procesión con el Santo hacia la Parroquial, y aquí vuelve. En él, se celebra la puja de los ramos de la fiesta, y se quema el “rozu” de la “joguera”, y cerca, explota y arde el “xigante”. Y en torno al campo, pasaron generaciones de escolares, cumpliendo una de las cláusulas de la escritura de la fundación de la Escuela, que decía, que “el Maestro que fuere de la Escuela que fundaba, tendría la obligación de, que los sábados, por la tarde, había de rezar el Santo Rosario y, permitiéndolo el tiempo, salir con ellos, cantando la letanía, por el campo de San Antonio, la que concluiría en la Capilla de éste.” En el año 1791, con fecha 7 de agosto, Jovellanos escribe en sus Diarios: “Paseo a la Iglesia; plantío hecho por Posada (D. Sebastián de Posada era, en aquel tiempo, viudo de Juana Jacinta de Jovellanos), en el campo, que está delante, de buenos robles, en medio un luneto, un fresno en el centro, tres o cuatro “llameras”, especie de alisos y un hermosísimo tejo a un lado. Será gracioso esparcimiento, pero la subida es malísima; puede mejorarse pero nunca dejará de ser agria.”
Entre el Robledal y la vieja Iglesia Parroquial de Santa María, se encuentra el Campo de las Varas (donde se entregaban las Varas de la Justicia a los Regidores del Concejo, a partir de fines del siglo XVIII y donde se celebraba la feria de Santa Ana).

De nuevo Jovellanos se encuentra en Cangas de Onís, en el Palacio de Cortés, cuya dueña, la señora Doña Josefa de Posada y Soto, era cuñada de su hermana Juana Jacinta, y donde se encuentra con sus sobrinas.
Y es el 26 de agosto de 1795, fiesta de Santa Ana cuando escribe en sus Diarios: “A la feria en el campo de la Iglesia, mucha concurrencia y mucho tráfico de géneros bastos: monteras en altos palos... se venderán de trescientas a trescientas cincuenta; las gastan todas las mujeres; paños, bayetones... ollería... muchas tiendas del aire... A la romería, de cuatro a siete, la fuerza de ella, danzas de hombres y mujeres... Cerca de la oración todo desaparece en un punto: tiendas, gentes...”
La vieja Iglesia Parroquial de Santa María del Mercado. Dedicada a la Asunción de Santa María Virgen, ha dejado de ser, desde el año 1963, la Parroquial de Cangas de Onís, al inaugurarse, en dicha fecha, una nueva Iglesia, entre las calles del Mercado y la Avenida de Covadonga.
Actualmente está realizándose en ella, una bella y rica restauración, para transformarla en Aula de la Monarquía Asturiana, bajo la dirección de los arquitectos Cosme Cuenca y Jorge Hevia por el constructor Rafael Calzón.

Esta Iglesia Parroquial tiene una cabecera o ábside de un gótico tardío, con arco triunfal apuntado, que descansa sobre pilastras, y bóveda de crucería, de cuatro plementos y clave con decoración, sostenida por columnas, con pobres capiteles. Los muros laterales encierran decoración pictórica, que quiere ser rescatada. Al lado derecho aparece el escudo de los Fernández de Caso y Estrada. Y al izquierdo una lápida que dice:

EN EL AÑO DE MDXXII
AÑOS........ EL SEÑOR
G. FERNANDEZ DE CASO
E DOÑA MAYOR DE NAVA
SU MUJER HACIERO ESTA
CAPILA A SU COSTA
COMO PATRNO E APRESEN
TADOR MAYOR.

La nave adosada a esta cabecera fue derruida para aumentar la Iglesia, en volumen y en proporción. Era esta nave más corta y de pobre cubierta, de madera, a dos vertientes, con dos puertas y pórtico en el lado norte, que se comunicaba con la capilla de Santa Ana. Su fachada era de espadaña con dos huecos donde se colocaron en 1650, dos campanas sustituyendo a otras dos
viejas, y se dice, en una nota, que una de las sustituidas tenía su fecha “de mil quinientos y trece años.”

Con fecha 2 de agosto de 1797, se bendijo y colocó la primera piedra de la Torre y demás obra nueva, mandada ejecutar por el Real y Supremo Consejo de Castilla el 18 de diciembre de 1791, con arreglo al plan formulado por el arquitecto D. Manuel Marín Rodríguez, en 5 de junio de 1788.

Sobre la puerta principal, situada al lado oeste, se colocó una inscripción que señala haberse dado fin a la obra, en el año 1804, y, sabemos por los Libros de la Parroquia fue colocada el sábado siete de julio de dicho año. En este tiempo se realizaron los tres retablos que se colocaron en la nueva Iglesia, obra de Felipe San Pedro Campo, vecino de Galizano, Cantabria.

Junio de 2001

jueves, 27 de noviembre de 2008

Recordando a Virgilio Garsaball

Celso Diego Somoano


Virgilio Garsaball Rodríguez, poeta muerto en plena juventud había nacido en Oviedo el 29 de octubre de 1946. Su infancia y adolescencia se desarrollan en nuestras tierras: Covadonga, Cangas de Onís, Arriondas. En Cangas asiste a las clases de la hermana Cecilia, en el Colegio de las Siervas de Santa María de Anglet, primero, y luego a las del Grupo Escolar «Vázquez de Mella». Lo recuerdo en el curso 1954-55, con los hermanos Bros, Miguel Ángel, Bernardo, Luis Enrique Garro, Antonio Alonso González, Paco Martínez San Martín, José María García, Luis Meré, Miguel Ángel Gutiérrez Palacios y tantos otros, como un niño sensible, arrubiado y pulcro, amigo de la lectura y muchas veces ensimismado y pensativo. Antes de cumplir los 10 años ingresa en el Instituto con la calificación de notable. Era el 29 de septiembre de 1956. En el Instituto permanece desde esta fecha hasta el curso 1959-60, curso que no finaliza.Ya en esta etapa Virgilio era poeta, porque creo que había ya nacido con los dones que lapoesía requiere. En la presentación de su Universo Interior publicado en Oviedo en 1967, el profesor y maestro Emilio Alarcos Llorach dice: Estoy seguro de que en Virgilio tenemos madera de poeta... Su poesía es melancólica y triste, aunque el poeta vive en otros momentos plenamente feliz, tan plenamente feliz que —reconoce— se siente todo él poesía y no requiere verterse en los versos....Conocemos, además de lo publicado en su Universo Interior, estos poemas, gracias a lagentileza de su hermana Marisa: Agrupados en Abecedario, Poeta en Covadonga, Del Sueño, del Amor, de la Esperanza... forman un conjunto, en el que el alma del poeta se abre a los demás para que con ellos vibre el corazón de nostalgia, dolor o gozo. De entre todos elijo hoy, como homenaje y recuerdo a Virgilio, el que tituló Luces

...A la mitad del camino
clavé los pies en el suelo.
Y mudo quedé un instante.
Sin ideas el cerebro Allí...
Arriba...
Covadonga...
¡Dios que extraño nacimiento!
Con su templo iluminado
vagando en nube de incienso.
La arboleda reflejaba
la verde luz de su anhelo
recostándose, imprevista...
para estallar junto al cielo.
Quise correr.
Y abrazarlo
Y gritarle:
—¡Ven, te quiero!
mas lo que el corazón pedía
las piernas no lo entendieron.
Y allí quedé.
Callado.Estático, en silencio.
Cuando se fueron las luces
llevaron mis pensamientos.
Y yo me quedé callado.
Y mis labios se entreabrieron
para beber una lágrima
que iba rodando en silencio.

DIEGO SOMOANO, Celso, “Recordando a Virgilio Garsaball”, en el Boletín de las fiestas de San Antonio, Cangas de Onís, Sofesa, 1988.

11 Nota del editor: A Virgilio Garsaball lo recuerda Esteban Greciet en su Pregón de la Semana Santa de Oviedo(2001), con las siguientes palabras: “Muchos se fueron en aquellos años. Y algunos no volvieron nunca más. Quiero recordar los versos de quien era entonces un joven compañero de tertulia literaria, Virgilio Garsaball, poeta que prometía mucho (muerto poco después, violentamente en Francia, víctima de sus propios ideales) y que en su único libro (Universo interior) mereció un elogioso prólogo de Emilio Alarcos: / Éramos una mala compañía, / paseábamos de noche / con los mineros sin mina (...). / Dejamos de ir a la iglesia / sin Dios, comunión ni misa. / Y el dinero de los santos —porque ya no lo precisan— / lo gastábamos en vino / pero también en cuartillas... / Fueron tiempos de comprensible desconcierto, para unos (sin Dios, comunión ni misa) y para otros que, acaso por gracia o por azar, a trancas y barrancas, intentábamos continuar por las cercanías del redil...”

miércoles, 26 de noviembre de 2008

El escudo de Cangas de Onís


Celso Diego Somoano



Tirso de Avilés en su obra “Armas y Linajes de Asturias y Antigüedades del Princi-pado» (¿1580?) escribe: Aunque la villa de Cangas de Onís no pinta armas, con mucha ra-zón se le deve atribuir grande su blasón, pues en ella y en sus comarcas fue el principio de la restauración de España y adonde se devieron hacer hechos mui señalados por aquellos hijosdalgo restauradores primeros. Y ansí en aquella villa y concejo hai algunas casas principales de solares conocidos y armas pintar..., y el blasón de la dicha villa es el siguiente


Pelayo infante rey esclarecido

De nuestra Patria con valor ufano,

Venció el poder severo y muy crecido,

y en mis campos con dichosa mano.

Fue de nuestra España repelido,

El pérfido pueblo mahometano;

A quien se le mostró la cruz gloriosa,

con que venció la batalla milagrosa.



Rada y Delgado en su libro “Viaje de sus Magestades y Altezas en el verano de1858" (Madrid, 1860) adopta y pinta como armas de la villa la simbólica Cruz de la Victo-ria, divisa propia del Principado de Asturias y surmonta el escudo con corona mural. Ciria-co Miguel Vigil cree justificada tal adopción por estar enclavado —dice— en su territorio el Santuario de Nuestra Señora de Covadonga, en cuyas elevadas y abruptas montañas se efectuó el glorioso alzamiento del Infante Pelayo que enarbolando aquella enseña victorio-sa, dio comienzo a la restauración de la España Cristiana (“Heráldica Asturiana”, por D. Ciriaco Miguel Vigil, Oviedo, 1892).


Sin embargo debió en este tiempo modificarse el escudo pues los hermanos García Ceñal, en la “Monografía” que sobre Cangas de Onís escriben en el “Asturias” de Bellmunt y Canella (tomo II, Gijón, 1897) nos lo refieren así: Usaba y usa este Ayuntamiento por es-cudo de armas el general de la provincia, la Cruz de la Victoria; pero claro es que tratán-dose de Cangas de Onís, tan preciado timbre le pertenece de hecho y de derecho, siendo en cierto modo privativo y peculiar de este territorio por ser aquí donde se alzó la gloriosa y santa enseña de Pelayo la Cruz vencedora, que por espacio de muchos años se custodió en la célebre Iglesia de Santa Cruz; mas para distinguirse de otras localidades, que ponen aquel timbre, por uso reciente figura en el escudo de Cangas la figura del Infante enarbo-lando la Cruz vencedora en el campo natural con las montañas de Auseba coronadas con la Virgen de las Batallas.


Por orden de 8 de mayo de 1945 se aprueba un nuevo escudo de armas del Ayunta-miento de Cangas de Onís, basándose en el acuerdo del Ayuntamiento tomado en sesión del 26 de diciembre de 1944, que dice:


Se acuerda sustituir el blasón que el Excmo. Ayuntamiento viene usando desde hace unas decenas de años indebidamente y por atribución errónea, y por ser similar al de Gijón, figurando en él el Rey D. Pelayo, y desconociéndose sus colores, metales y demás detalles heráldicos. No se considera tal escudo suficientemente significativo de la historia de la ciudad, Corte de Pelayo, Favila y Alfonso el Católico y capital del concejo donde se desarrollaron los primeros y gloriosos hechos de la Reconquista y en cuyoterritorio se halla enclavado el Santuario de Covadonga.


Recogiendo las tradiciones subsistentes y el fruto de las consultas efectuadas, sepropone como tema heráldico principal el de la Cruz de roble de Pelayo, que, según se cree, fue depositada por Favila en la Capilla de Santa Cruz de esta ciudad y llevada luego a Gau-zón, donde fue revestida de oro y pedrería y se transformó en la Cruz de la Victoria. Para expresar simbólicamente los varios triunfos logrados aquí contra los moros, se propone también que figure bajo la cruz de roble una media luna abatida o ranversada, y para representar de modo expresivo e inconfundible a la ciudad podría incluirse en el escudo su famoso puente sobre el río Sella.


Existe un antecedente para determinar el campo del escudo. Es tradición popular,que aun subsiste, haberse desarrollado en los parajes contiguos a Santa Cruz una batalla posterior a la de Covadonga. Durante su curso dícese que apareció una cruz en el cielo, y al verla se desalentaron los infieles diciendo: Campo verde, cruz colorada, vencidos seremos en esta batalla. Por lo que podría adoptarse como campo el verde o sinople.


También se propone como mote exterior del blasón, aludiendo a la pequeñez de Cangas y a su pasado glorioso, «Mínima Urbium - Máxima Sedium”.Y finalmente, ha de resaltar claramente en el nuevo escudo la antigua condición decorte regia de esta ciudad, ya mediante el timbre del mismo o con otro elemento heráldico equivalente.


Se ha tenido en cuenta también para la selección de los atributos citados el escudo del sitio de Covadonga, ya usado en el siglo XVIII, que se compone de un solo cuartel del monograma de María, encima de la cruz de roble, debajo un creciente o media luna ranver-sada y todo rodeado por las doce estrellas de la Virgen y en campo de azur.


Se acuerda pues, por unanimidad, teniendo en cuenta todo lo expuesto, recabar delos organismos competentes su superior, consejo y dictamen, con el fin de establecer según los preceptos heráldicos el nuevo blasón de este Excmo. Ayuntamiento, con aquellos atributos que se citan u otros de significación equivalente.


En la sesión del 14 de mayo de 1945 queda enterada la Corporación de la orden señalada anteriormente y en la del 28 de mayo del mismo año se hace la descripción del escudo de la manera siguiente:

En campo sinople o verde, la Cruz de Pelayo de oro en jefe, una media luna abatida de plata y en punta el famoso puente sobre el Sella, de oro, con ondas de azur y plata, completándose con una orla de oro y en letras de gules la leyenda «MINIMA URBIUM - MAXIMA SEDIUM», y por timbre corona o yelmo reales.Era entonces alcalde-presidente del Excmo. Ayuntamiento de Cangas de Onís D. Antonio Emilio González-Capitel Pérez.

Por su iniciativa y consultando con D. Luís Menéndez Pidal, se recabó aprobación y consejo del Excmo. Sr. Laso de la Vega, Marqués del Saltillo, para formar el proyecto correspondiente según la propuesta que hizo suya el Ayunta-miento de Cangas de Onís.Dicho escudo, hoy vigente, figura en el gran arco de acceso al paso subterráneo dela capilla de Covadonga, y en la fachada de la Iglesia Parroquial de Santa María de Cangas de Onís, pero no en el edificio de las Consistoriales. En éstas, antiguo Palacio de Justicia, y en la escalera que ilumina la escalinata de ascenso al primer piso, figura aún el viejo escudo, en el que figura el rey Pelayo con corona, traje de época, en su mano derecha una espada y, en la izquierda la Cruz. El escudo lleva una corona almenada. En la parte inferior de él corre la siguiente leyenda: “Sedes Regia Pelagi, Fafila atque Aldefonsi cognomento Catholice».


DIEGO SOMOANO, Celso, “El escudo de Cangas de Onís” en el Boletín de las fiestas de San Antonio, Cangas de Onís, Sofesa, 1988.


martes, 25 de noviembre de 2008

DON DIEGO DE VILLANUEVA

ENSAYO DE UNA BIBLIOTECA ESPAÑOLA DE LIBROS RAROS Y CURIOSOS FORMADO CON LOS APUNTAMIENTOS DE DON BARTOLOMÉ JOSÉ GALLARDO COORDINADOS Y AUMENTADOS por В Я К Загсо îrrl Dalle v В X оапф Rujian OBRA PREMIADA POR LA BIBLIOTECA NACIONAL en la juBla pública del 5 de EnBro de 1862 É IMPRESA Л EXPENSAS DEL GOBIERNO TOMO SEGUNDO MADRID IMPRENTA Y ESTEREOTIPIA DE M RIVADESTEYRA calle del Duque de Osuna número 3 1866
Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos Escrito por Bartolomé José Gallardo, Manuel Remón Zarco del Valle, José Sancho Rayon, Marcelino Menéndez y Pelayo, Aureliano Fernández-Guerra y Orbe, Biblioteca Nacional (Spain)



En este raro libro de 1866 nos encontramos con la Biografia de D.Diego de Villanueva;

Natural de La Vega de los Caseros , junto a Canga de Onis , fue el mejor arquitecto de su siglo en España, muchos años director de Arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes en Madrid, y arquitecto de camara de muchos principes .

Delineó las laminas de la Arquitectura de Viñola , para uso de los aprendices de dicha academia, que se publicaron en Madrid; folio , año de 1764.

Fue hijo del célebre escultor D.Jose de Villanueva . En la distribución de premios de 1757 por la Academia de San Fernando , pag 16 , hay un elogio de D. Diego

Y esto es lo que extraemos de la Fuente de la Consejeria de Cultura del Principado de Asturias ;

Célebre arquitecto del siglo XVIII. Según nos dice Constantino Suárez, «Españolito» (Escritores y Artistas Asturianos), figura en los diccionarios enciclopédicos como nacido en Madrid, pero éste cree que su nacimiento tuvo lugar en la aldea asturiana de ¿Vega de Casares? (Cangas de Onís), probablemente a principios del siglo XVIII.
Era hermano del famoso arquitecto Juan Villanueva, nacido muy posteriormente en Madrid, siendo hijos ambos del célebre escultor, Juan Villanueva, que figura como uno de los principales fundadores de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

lunes, 24 de noviembre de 2008

TRAILER DE CENIZAS DEL CIELO


Una vez mas Cangas de Onis entra en el mundo del cine, esta vez de la mano del compositor local Ramón Prada

http://ramonprada.wordpress.com/2008/05/27/cenizas-del-cielo/

La banda sonora de Ramón Prada se grabó en Asturias, en los estudios Luna Music, entre enero y febrero de 2008. En la grabación, además del propio compositor, participaron los músicos Lee Wolfe (guitarras, dobro, mandolina, voz), María Álvarez (acordeón), David Casillas (contrabajo), Carlos Aragón (gaita irlandesa), Roberto Junquera (gaita asturiana, whistle, tambor asturiano), Cuarteto de Cuerda Clarín, Alberto F. Varillas (tonada) y Anabel Santiago (voz).

Tras su música original para el largometraje documental “Resistencia”, ésta es su primera partitura para un largometraje de ficción, que, además de la música indicental, incluye dos canciones originales. En total, más de 50 minutos de música que esperemos que se puedan disfrutar pronto en la edición del CD con la banda sonora original.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Pato con estrella en Cangas

Una treintena de restauradores reciben una clase magistral sobre la carne de anátida de mano de Nacho Manzano y José Antonio Campoviejo

Cangas de Onís, V. G. CALLEJA LNE


Las infinitas posibilidades culinarias del pato y el foie fueron puestas sobre los hornos en Cangas de Onís. Más de treinta restauradores de la comarca oriental asistieron a una demostración en vivo de cocina con estas aves en el restaurante Cenador de los Canónigos, del hotel La Cepada, a cargo de dos reconocidos cocineros de la zona, ambos poseedores de una estrella de la Guía Michelín.

Nacho Manzano, de Casa Marcial de Parres, se puso manos a la obra y mostró una receta a base de foie en los fogones del propio hotel ante sus compañeros de profesión. Por su parte, José Antonio Campoviejo (de El Corral del Indiano, en Arriondas) ofreció a los presentes una degustación ya preparada, igualmente con el pato como protagonista. Ambos chefs revalidaban esta misma semana sus distinciones gastronómicas, una prueba de la fortaleza de la gastronomía en el oriente asturiano.

Manzano mostró el proceso culinario para cocinar un hígado de pato envasado al vacío, con una cocción al baño maría, a una temperatura de 65 grados, con un jugo de café, avellanas, cacao y la especia haba tonka.

«El pato va ligado a la alta cocina. Aunque la estrella es el foie, también se aprovecha todo lo demás. Hace unos años estuvo muy de moda el magret, ahora se tiende más a una cocina regional», detalló Manzano. Para el chef, conseguir un buen foie no es empresa fácil. «Para que te salga un buen hígado tienes que pasar por 25 mediocres», aseguró. Asimismo, recomendó que la carne de esta ave se consuma «lo más rápidamente posible porque el paso del tiempo le hace daño».

Por su parte, José Antonio Campoviejo, quien alabó «las infinitas posibilidades del pato», ofreció a los comensales un tembloroso de foie con manzana ácida, como propuesta de aperitivo. «El foie se identifica con la alta cocina, pero cada vez es más popular», apuntó Campoviejo. La lección magistral se celebró el jueves por la noche. Los más de treinta asistentes habían sido invitados por la empresa Selectos de Castilla y Mega, su distribuidora en Asturias.

En primer lugar, el gerente de Selectos de Castilla, Manuel de Prado, propietario de una explotación en Palencia con más de 16.000 patos, explicó las bondades y derribó los mitos sobre un producto «en auge» en España.

De Prado aseguró que, en contra de la creencia popular, la tradición de embuchar patos y producir el foie no proviene de Francia sino del Antiguo Egipto y animó a los presentes a incorporar todas las formas culinarias de esta ave en sus cartas. La carne de pato es, al igual que la de pollo, muy versátil y se adapta a todo tipo de recetas.

Tradicionalmente, se asocia con naranjas, nabos y cebollas, que neutralizan el sabor fuerte de su carne. Otros ingrediente clásicos que lo acompañan son los guisantes tiernos, las cerezas, las aceitunas verdes, el vino tinto y el vermú, las manzanas, las nueces y las ciruelas pasas.

sábado, 22 de noviembre de 2008

El alcalde cangués confía en rehabilitar el románico local en esta legislatura



FOTO DE ; http://mistexos.blogspot.com/2008_04_01_archive.html




Las obras en San Pedro de Con y San Martín de Grazanes deberán esperar a que finalice la restauración de Abamia

Con (Cangas de Onís), Alba SÁNCHEZ R. LNE

La recuperación de dos iglesias de la ruta del románico de Cangas de Onís, San Pedro de Con y San Martín de Grazanes, está pendiente de la finalización de las obras de rehabilitación de la iglesia de Abamia. Así lo aseguró ayer el alcalde de Cangas de Onís, Alfredo García.


La iglesia de San Pedro de Con, del siglo XIII, situada a escasos 10 kilómetros de la capital canguesa, se encuentra en un estado de total abandono desde que, hace ahora 15 años, se rehabilitaran las partes básicas de la estructura. Lo mismo ocurre con la iglesia de San Martín de Grazanes, también del siglo XIII y situada en la ladera frente a la anterior, en la parroquia de San Martín. Pese a todo, el regidor cangués confía en que la declaración de intenciones de rehabilitar estos dos templos se concrete dentro de esta legislatura, una vez finalicen las obras de la iglesia románica de Santa Eulalia de Abamia, en la localidad canguesa de Corao.


Las obras de Santa Eulalia de Abamia, que suscitaron una sonada polémica popular, estuvieron paralizadas durante un año. Tras una gran presión por parte de la asociación cultural Abamia, se va a proceder a la retirada del estuco de los contrafuertes y a retirar los bolardos y los canalones que flanquean el pórtico románico de la fachada sur del templo, con un presupuesto añadido de 58.000 euros desde el inicio de las obras. Luego, explica García, hay que proyectar la rehabilitación del pórtico y, una vez finalizadas todas las obras de Abamia, se solicitará a la Consejería de Cultura la rehabilitación de las iglesias románicas de Con y Grazanes, para así completar una ruta de gran atractivo turístico por el patrimonio románico del municipio cangués, que se completa con Santa María de Villaverde y San Pedro de Villanueva.


La ruta del románico cangués permite contemplar pórticos, piedras talladas y pinturas en paredes y bóvedas. También la degradación que el paso del tiempo les provoca.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Cangas de Onis Hoy

CALLE DE SAN PELAYO

EL PARQUE EN OBRAS


LA CARRETERA DE CAÑU





EL PARQUE DESDE LA CARRETERA CAÑU









EL CAHALET DE LOS SARMIENTO








EL PUENTE ROMANO







LA CASA DE ALVARO






LA CASA DE RIERA





LA CASA DE RIERA




EL MATADERU



CAPILLA DE SANTA CRUZ




CAPILLA DE SANTA CRUZ




CAPILLA DE SANTA CRUZ




PASEO DEL GÜEÑA




LA PISCINA



LA CALLE DE CORREOS




EL PARQUE EN OBRAS



AVENIDA DE COVADONGA




















lunes, 17 de noviembre de 2008


La "Escalera de la promesa" es digna de ser contemplada con 101 peldaños que se extienden hacía el pavimento de la Santa Cueva. La escalera se ve rodeada de cálidas demostraciones de aquellos devotos que han sido favorecidos o que aún tienen el anhelo de una respuesta milagrosa.
Muchos la suben de rodillas, madres con hijos en brazos, ancianos temblorosos, jóvenes con problemas académicos o sentimentales. Y suben rezando el Rosario, o besando el suelo, con velas encendidas o los brazos en cruz

jueves, 13 de noviembre de 2008

Cultura aprueba nuevas obras en la iglesia de Abamia al año de la polémica rehabilitación

Se retirarán el estuco de los contrafuertes y los elementos decorativos del entorno del temploLa Administración regional retendrá y canalizará los fondos que cada concejo aporta al ente para evitar impagos

B. MORÁN . LNE


Abamia vuelve a estar de obras. Un nuevo proyecto de la Consejería de Cultura devolverá la actividad a la iglesia de Santa Eulalia, en Corao (Cangas de Onís), un año después de que concluyese la polémica rehabilitación del templo.

Y ahora el objetivo de los trabajos es retirar todo aquello que no tuvo un resultado satisfactorio tras la ejecución de las obras de rehabilitación del templo románico. El estucado de los contrafuertes, que actualmente cubre la mitad de estos elementos arquitectónicos, será quitado por completo. Se retirarán también las bajantes de agua que flanquean el pórtico románico; se repondrá la cubierta y se eliminarán todos los elementos decorativos que fueron instalados en el entorno del templo, como los bolardos que rodean los tejos, los bancos y el alumbrado.

El alcalde de Cangas de Onís, Alfredo García, recordó la lucha vecinal de la asociación cultural «Abamia» para devolver al templo su aspecto si no original, lo más parecido. «Se retirarán los elementos que fueron consensuados con el colectivo. En los próximos días daremos luz verde a la licencia de obras, aunque aún desconocemos si están licitadas o aún no, ya que depende de la Consejería de Cultura», resaltó García.

De este modo, todos los elementos arquitectónicos, así como el mobiliario urbano que fue instalado en la iglesia de Abamia hace apenas un año -a través del proyecto de restauración diseñado por la Consejería de Cultura específicamente para recuperar este templo, situado en la localidad de Corao en Cangas de Onís-, van a ser retirados. Ésta vez serán unas obras de acondicionamiento, tal y como refleja el título del proyecto que fue recibido ayer en el Ayuntamiento de Cangas de Onís y cuyo autor es el arquitecto Juan Arbesú, el mismo responsable de la restauración global del edificio románico.

Los cambios fueron prometidos por el director general de Patrimonio Cultural, José Adolfo Rodríguez Asensio, durante una visita a Abamia el pasado mes de diciembre, tras la celebración de una comisión científica para valorar los resultados de la rehabilitación del monumento tras meses de polémica y el rechazo por parte de colectivos vecinales, ecologistas y defensores de los texos. Tal fue la polémica que envolvió la restauración de Abamia que Cultura ha decidido atar mucho las cosas para el comienzo de los trabajos que conlleva este nuevo proyecto, que contará con un presupuesto de 58.000 euros y un plazo de ejecución de 20 días.

En la memoria del proyecto se dice textualmente que «debido a la proximidad y presencia de tejos en el entorno del templo, todos los trabajos de esta nueva intervención en Abamia se realizarán con el control de un experto biólogo contratado por la propia Administración regional». Los anteriores trabajos levantaron las quejas ecologistas, quienes aseguraron que han dañado de forma irremediable el tejo centenario de Abamia.

Un aspecto que no recoge este proyecto y que también fue prometido por Asensio es la repetición de la técnica del estuco en la fachada del templo, una actuación que, tal y como avanzó García, se contemplará en un futuro. También queda pendiente la restauración de los frescos del interior de Abamia.

Cangas de Onís, B. MORÁN

La Mancomunidad del Oriente de Asturias dejará de estar en números rojos. Al menos, éste es el objetivo que se espera conseguir con la firma de un convenio entre este órgano y la Consejería de Economía, que se materializó ayer en la sede de la mancomunidad, situada en Cangas de Onís. Este acuerdo fue rubricado por el consejero de Economía y Asuntos Europeos, Jaime Rabanal, que presidió la firma con los responsables del ente mancomunado. Rabanal estuvo acompañado por la directora general de Finanzas y Hacienda, Raquel Pereira; el director del Ente Público de Servicios Tributarios, Julio Samoano, y los alcaldes y representantes de los trece concejos que integran la Mancomunidad del Oriente.

A partir de ahora, con el convenio se garantiza que todos los concejos que forman parte de este órgano pagarán en tiempo y forma su cuota anual para evitar que la mancomunidad no disponga del capital necesario para impulsar iniciativas a favor de todos sus miembros. «La Consejería recaudará las cuotas de los ayuntamientos y es, sin duda, una garantía de futuro para este ente, ya que evitará que estemos con cuotas pendientes y déficit en las cuentas», apuntó Alejandro Reimóndez, alcalde de Ribadedeva y presidente de la Mancomunidad de Oriente.

En total, las trece cuotas ascienden a 600.000 euros y cada Ayuntamiento tiene que hacer frente a un pago anual que depende de varios factores -su densidad poblacional, presupuesto, entre otros- que desde la mancomunidad fueron fijados para que cada concejo aporte a este órgano según su disponibilidad y características propias.

Hasta ahora, las cuentas de la mancomunidad siempre estaban en números rojos y a través de este convenio todos confían en sanear las arcas. «Nosotros seremos los encargados de retener la cuota anual que los ayuntamientos tienen que pagar a la mancomunidad y lo ingresaremos directamente en este órgano para evitar la morosidad de las cuotas y llevar sus cuentas al día. Con esta firma entra en funcionamiento», suscribió Rabanal.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

El Parador de Cangas de Onís presenta un menú de entremeses que se ofrecerá a lo largo de doce meses

Foto de El Comercio, Al Final en el Periodico salio Rocio Caldevilla

12.11.08 -
IKER CORTÉS.CANGAS DE ONÍS El Comercio oriente.


Serán los entretenimientos del siglo XXI, unos entremeses que van a permitir conocer la geografía española a base de hincar el diente. Así, complaciendo al paladar, se presentaba ayer en Cangas de Onís la iniciativa que Paradores de Turismo ha puesto en marcha y que funcionará hasta octubre del año que viene. Con ellos se quieren conmemorar los ochenta años que la marca lleva funcionando en nuestro país y sus ocho décadas de gastronomía. «Se trata de recordar unos aperitivos que, en su día, se configuraron en torno a la tierra de cada parador y que siempre fueron muy demandados por nuestros clientes», comenta el director del hotel cangués, Alberto San Sebastián. La propuesta incluía entonces, a modo de pequeña degustación para ser compartido entre varios comensales, una docena de recetas típicas.
Con ese espíritu se ha elaborado para este aniversario un menú que lleva los siguientes aperitivos: entre los platos fríos, esqueixada (ensalada de bacalao y escarola), lomo de cerdo de orza, pan con tomate y jamón iberico y escabeche de perdiz; entre los platos calientes, soldadito de pavia (agujas de bacalao rebozado), caldo de puchero con albondiguillas, manita de ibérico tostada rellena de hongos y -es aquí donde radica la novedad- un aperitivo a elegir de entre ocho, pero sólo durante este mes de noviembre. A saber, patatas revolconas con torreznos, procedente del Parador de Gredos; bienmesabe de cazón en adobo, desde el Parador de Cadiz; callos isabelinos con garbanzos, desde la Hostería de Alcalá de Henares; duelos y quebrantos, del Parador de Oropesa; guisadillo de cordero segureño, procedente del Parador de Úbeda; picadillo charro con huevo de corral, desde el Parador de Ciudad Rodrigo; tiznao manchego, desde el Parador de Manzanares, y solomillo de ibérico con torta de la serena y cardillos, procedentes del Parador de Mérida. Pero eso será sólo durante noviembre, ya que a medida que transcurran los meses se ofrecerán otras alternativas correspondientes a otros paradores, siempre en orden cronológico. Así estos primeros primeros platos corresponden a los paradores abiertos entre 1928 y 1933. Además, el menú incluye un postre único que mezcla tocinillo de cielo, arroz con leche y crujiente de turrón. Se llama Trilogía de la Cultura Dulce.
La pregunta ayer estaba en saber cuándo le tocará el turno al de Cangas de Onís, abierto en 1998. Alberto San Sebastián respondía ayer que será en setiembre de 2009. «Se ofrecerá un pitu de caleya con patatines». ¿El precio? Lo marca el año en que fue abierto cada establecimiento. Así, si se escoge el aperitivo de Gredos, costará 19,28 euros, IVA incluido. En el caso de Cangas de Onís, el precio será de 19,98 euros.
Pero hay más. A aquellos que cada mes se acerquen a degustar el menú se les obsequiará con un libro que relata la historia de los paradores y de los platos presentes cada mes. Además, con cada libro se incluye un código con el que se puede conseguir un estuche para guardar los doce números de la iniciativa
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martes, 11 de noviembre de 2008

La capilla de San Pelayo (Cangas de Onís)

Celso Diego Somoano

http://www.abamia.net/Capilla%20San%20Pelayo.pdf

La vieja Capilla de San Pelayo, que dio nombre al barrio de San Pelayo, al castañar de S. Pelayo y a la ería del mismo nombre, se encontraba situada en la parte de atrás de la casa llamada de Puente, en el espacio norte, añadido a la misma casa, frente al “Borinquen” o antigua fonda de Labra. La capilla, de la que ya a fines del pasado siglo, no conservaba altar ni nada en su interior, fue derribada para aprovechar su solar en posteriores construcciones.
Era, por lo que sabemos, de sencilla fábrica, que miraba al este y tenía en su alrededor un pórtico abierto. A su lado pasaba el agua de la riega de Castrillo, que bajando de Cangas de Arriba, movía el molino de Perí y transversalmente de N. a SO., a partir de la Pontiga, iba por el bao del Censo a integrarse en el Güeña.
Límite oeste del Mercado, en algún tiempo, vio nacer en su entorno la calle y plaza de S. Pelayo. Dedicada al niño mártir Pelayo, muerto en Córdoba, en el siglo IX, y trasladado su cuerpo a Oviedo, su historia está ligada con el hospital de peregrinos que se encontraba centrado, según dicen los hermanos García-Ceñal en “el solar de la casa de la farmacia del Sr. Comas”.
En el inventario y apeo de la iglesia de Santa María de Cangas de Onís, realizado en noviembre de 1730 leemos: “En el mismo lugar del Mercado hay otra ermita con su altar e imagen del glorioso S. Pelayo, su titular, en la que saben que D. Pedro de Posada, cura que fue de esta parroquia fundó una Capellanía colativa con la renta que produjeron 600 ducados
de principal de censos, los cuales juntamente con otros 200 ducados de principal, que parece haber sido impuestos por D. Toribio de Posada y D. Juan de Inguanzo, herederos y testamentarios de dicho D. Pedro; quienes asimismo para dicha su capellanía y Capellán asignaron una casa, que dicho fundador tenía en dicho lugar, los árboles que pareciera tener en él, y sus términos y una heredad sita en la ería de la Rotura, con cargo y obligación de una misa en cada semana y con la obligación asimismo de que en dicha casa haya el Capellán de mantener hospedería de peregrinos pasajeros y persona asistente con las camas que dicho fundador dejó
para los enfermos...” El testamento y fundación de la citada capellanía pasó por testimonio de Juan de Balmori, notario apostólico y vecino que fue de la villa de Llanes, el día 9 de marzo de 1676.
El Hospital, fundado también por D. Pedro de Posada, tenía una renta de 15 ducados de vellón, sobre los 300 ducados de los 600 del principal de censos que dejó para la Capilla de S. Pelayo y dicho hospital.
En la visita a la parroquia, en 1746, se nos amplía algo más sobre cuáles eran las obligaciones del Administrador del Hospital y Capilla, al acusarla de la falta de estos servicios, pues “aunque en ella se deben celebrar algunas misas y asimismo mantener un cuarto decente para sacerdotes pobres pasajeros y otras dos camas para los demás pobres también pasajeros, no cumple uno ni otro y la casa está reducida lo más del tiempo a habitación de gentes sospechosas...” por cuya causa ordena al párroco se haga por testimonio de escribano apeo de todos los bienes y “secuestrándolos” haga cumplir de su producto las misas y quite el poder a la que persona que cuida la casa, siempre que, con la vida y costumbres, el actual no cumpla con la obligación de hospitalidad que le requiere. La antigüedad de la Capilla, en la que D. Pedro de Posada funda la Capellanía, y el servicio de Hospital, no se conoce. Los García Ceñal escriben que Cangas de Onís fue lugar de etapa de los romeros que procedían de la Asturias de Santillana, obedeciendo a esto sin duda, la fundación del Hospital de peregrinos y capilla de San Pelayo cuyos restos “se demolieron en nuestros días”. El acceso desde la plaza al Palacio de Cortés, conserva de este hospital, esculpidos en los capiteles-imposta de la puerta las clásicas cáscaras y el bordón de los peregrinos. Como detalle diremos que todavía el 13 de julio de 1769 D. Pedro del Valle, cura de la parroquia bautiza a una niña, con el nombre de Antonia, hija de unos peregrinos, Juan de Orlian y Christian, y María Ereurina, procedentes de Frebiur (sic) [Friburgo] en el Imperio, Obispado de Constanza.
D. Pedro de Posada Estrada, fundador de la Capellanía y Hospital, era natural del concejo de Llanes, sobrino de D. Fernando Duque de Estrada y párroco de Cangas de Onís desde 1636 al 1673. Los libros de registro de bautizos, matrimonios y defunciones más viejos de la parroquia se inician con inscripciones por él realizadas.
En uno de estos libros, el de matrimonios, que empieza en 1638 y concluye en 1702, al folio 25 se lee lo siguiente: “por el mes de julio del año del señor de mil seiscientos y cincuenta quebró una de las campanas que había dos y por tener mal voz y mal metal, se deshizo y se hizo de nuevo y tenía un letrero que decía su fecha de mil quinientos y trece años que por ser tan antiguo lo pongo en este libro. Se hicieron estas dos campanas siendo cura el licenciado D. Pedro de Posada Estrada, sobrino del señor Fernando Duque de Estrada y persona de grande santidad y virtud. Las campanas se bendijeron por mano del licenciado Juan de Ardines, capellán de Santa Cruz y era al presente mayordomo Juan Castaño de Cardes y testigos Domingo Alonso, Regidor, el señor Andrés de Intriago, y otros y lo firmo. Juan Asensio de Ardines. Pedro de Posada Estrada, cura de Cangas.”
Esta nota nos recoge el dato epigráfico más viejo de la Iglesia de Cangas (pues el que aún se conserva en la misma, es de 1522) y nos da a conocer la fecha de las primeras campanas que conocemos de la parroquia.
Las fundaciones de D. Pedro de Posada Estrada recayeron en la familia Inguanzo de Llanes, pero los bienes y rentas de ellas se habían ya perdido, según dice D. Felipe de Quanda en las notas enviadas a Martínez Marina para su diccionario, en 1798.


DIEGO SOMOANO, Celso, “La capilla de San Pelayo (Cangas de Onís)” en Boletín de las fiestas
de San Antonio, Cangas de Onís, Sofesa, 1988

lunes, 10 de noviembre de 2008

HISTORIA DE LA COFRADÍA DE COVADONGA EN MÉXICO

Hugo Roca Joglar

Es posible identificar una comunidad asturiana durante los dos primeros siglos de virreinato en la Nueva España, pero es hasta la segunda mitad del siglo XVIII, merced a una nueva camada de peninsulares asturianos asentada en la ciudad de México durante los virreinos de Juan de Acuña y Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta, que surge la imperiosa necesidad de consolidar una fraternidad.

La figura que dicha congregación adoptaría fue tema de discusión por más de tres décadas y tal vez se hubiese perpetuado indefinidamente de no ser por un cúmulo de hombres que decidieron abandonar quejas y pretextos y fecharon para el 11 de septiembre de 1785 la conformación de una Cofradía.

La reunión se llevó a cabo “en la casa de la morada del Señor D. Cosme de Mier y Trespalacios”, donde estuvieron presentes “varios originarios y descendientes de los que han sido del Principado de Asturias” para “la Fundación de la Congregación de María Santísima que con el Título de COVADONGA se erige con FACULTAD REAL, y la aprobación del Ilustrísimo Sr. Arzobispo de esta Diócesis”, el documento, firmado por “el Lic. do. D José Antonio Noriega Escandón, escribano de Su Majestad”, se encuentra en Querétaro, bajo el resguardo de los dominicos, desde 1985.

Dentro de los cofrades fundadores se encuentran: Juan de Mier y Villar, primer prefecto de la Cofradía e “Inquisidor Decano del Santo Oficio de la Inquisición de esta Nueva España, natural del Obispado de Oviedo”; Ramón Posada y Soto, “Consejero de Su Majestad y su Fiscal de Real Hacienda, natural de la Parroquia y Concejo de Cangas de Onís”; Gregorio Omañana, “Tesorero de la Santa Iglesia de esta Corte, natural de Santiago Tianguistengo y su padre, nacido en Gijón, murió siendo Obispo de Oaxaca”; Cosme Mier y Trespalacios, “Oidor de la Real Audiencia y Cancillería de esta Nueva España, natural del Obispado Oviedo”; José Ruiz de Conejares, “Canónigo de esta Santa Iglesia y Provisor y Vicario de este Arzobispado”; Joaquín de Posada y Soto, “Coronel de los Reales Ejércitos y Gobernador del Real Fuerte, natural de la Parroquia y Concejo de Cangas de Onís”; Pedro Alonso de Alles, “Tesorero de la Santa Cruzada”; José Antonio de Noriega, “Oficial mayor del secreto del Santo Oficio de la Inquisición de esta Nueva España, natural del Obispado de Oviedo”; Manuel del Valle, “vecino y del comercio de esta Corte, natural del Lugar de Camango”; Francisco Pérez, “natural de La Borbolla, Concejo de Llanes”; José Antonio Burillo, “asentado en la Congregación como el escribano que extendió la primera Junta General, natural del Obispado de Valladolid”; Francisco Antonio del Río Sánchez y su hermano Juan Antonio, ambos naturales del Consejo de Llanes; Ambrosio Llanos Valdés, “Racionero de la Santa Metropolitana Iglesia, originario del Principado”; Antonio Blanco, “Religioso Franciscano, Definidor y Vicario del Convento de Santa Clara de esta Corte, natural del Obispado de Oviedo”; Francisco Pesquera, “natural del Lugar de Reles en el Consejo de Llanes”; Manuel Obin, Religioso de N. P. San Agustín, natural del Obispado de Oviedo”; Rosalía de Llano, “Camarera de la SSma. Virgen, natural del Obispado de Durango y se asienta en la Congregación en conformidad con las constituciones”; Juan González Candamo, oficial de Correos de este Reino de la Nueva España, natural del Principado; Lorenzo Sordo y Guanes, “Vecino y del comercio de méxico (sic), natural del Consejo de Llanes.

Las mujeres no pudieron ostentar cargos en la Cofradía hasta entrado el siglo XX; por ello llama la atención el nombre de Rosalía de Llano, “era la camarera”; las labores de las camareras se reducían a cuidar las imágenes y el altar, “no podía hacer nada más, pues se aclara que su incorporación a la Cofradía está en conformidad con la constitución”.


Con la Virgen de Covadonga como estandarte, la recién establecida Cofradía se constituyó para ofrecer hermandad y cobijo a todo asturiano que inmigrara a la Nueva España y recrear en su seno las tradiciones culturales que identificaron a los antiguos pobladores del actual Principado ubicado en el noroeste de España.

Tras dos siglos de historia, la Cofradía de Covadonga mantiene inalterable su legado, consecuencia de haber luchado con fiereza en los tiempos de guerra y soportado el desasosiego de las transformaciones con inteligencia y una impasible fortaleza con esencia en un inveterado sentimiento filial.

http://vaivenenlinea.com/index.php?pageId=1222836081741382763

domingo, 9 de noviembre de 2008

Paradores celebra 80 años de gastronomía


Esta información ha sido obtenida de la pagina principal de Paradores de Turismo http://www.parador.es/es/portal.do

Paradores celebra su 80 aniversario. Y para festejarlo contigo queremos apostar por nuestra gastronomía como símbolo y herramienta para celebrar estos años de existencia. Para ello hemos preparado una oferta gastronómica muy especial, el Menú 80 Aniversario.



Un menú que se confecciona sobre la base de pequeñas elaboraciones, ENTRETENIMIENTOS, apoyadas en la cocina tradicional española, en las que se utilizan productos autóctonos y de temporada para componer un menú variado y sano. En su recorrido podrás degustar unos entretenimientos fríos y calientes junto con un entretenimiento principal que tendrás que elegir entre los que te proponen cada uno de los ocho Paradores de cada mes. El precio del menú será el que esté indicado en el entretenimiento principal de cada Parador.










Podrás degustar este menú en cualquier Parador que visites a partir del día 8 de noviembre de 2008 y además, todos los comensales que pidan este menú recibirán un regalo muy especial: un fascículo del coleccionable “Paradores, 80 años de gastronomía”. Este coleccionable está compuesto por 12 fascículos que viene a ser una pequeña enciclopedia de Paradores y la gastronomía regional española. Consigue mes a mes los doce ejemplares que completan una colección singular y solicita finalmente tu archivador
Entretenimientos

Fríos ;

EsqueixadaEnsalada de Bacalao y Escarola
Lomo de Cerdo de Orza
Pan con Tomate y Jamón Ibérico
Escabeche de Perdiz con Berros


Calientes

Soldadito de Pavía
Agujas de bacalao rebozadas
Caldo de Puchero con Albondiguilla
Manita de Ibérico Tostada Rellena de Hongos


Un Entretenimiento Principal a elegir *
* Entretenimiento Principal


Elija un Parador y pague con su precio el total del menú.

  1. 1928 Parador de Gredos
    Patatas Revolconas con Torreznos
    19,28 €



  2. 1929 Parador de Cádiz
    Bienmesabe de Cazón
    Dados de Cazón en Adobo
    19,29 €



  3. 1930 Hostería de Alcalá de Henares
    Callos Isabelinos con Garbanzos
    19,30 €



  4. 1930 Parador de Oropesa
    Duelos y Quebrantos
    Huevos Rotos con Chorizo, Jamón y Tocino

    19,30 €



  5. 1930 Parador de Úbeda
    Guisadillo de Cordero Segureño
    19,30 €



  6. 1931 Parador de Ciudad Rodrigo
    Picadillo Charro con Huevo de Corral Magro de Cerdo Ibérico Adobado y Frito
    19,31 €



  7. 1932 Parador de Manzanares
    Tiznao Manchego
    Guiso de Bacalao

    19,32 €



  8. 1933 Parador de Mérida
    Solomillo Ibérico con Queso de la Serena y Cardillos
    19,33 €



Postre
Postre 80 Aniversario
Trilogía de la Cultura Dulce Tocinillo de Cielo, Arroz con Leche y Crujiente de Turrón


Bebidas no incluidas. Servicio de pan y aceite: 2,00 €.
IVA incluido.


sábado, 8 de noviembre de 2008

Lápida del rey Favila


Hoy transcribrimos la traducción de la lápida del rey Favila de la Capilla de Santa Cruz;


Del antiguo Latin


Resurgit ex preceptis divinis hec macina sacra, opere exiguo comtum fidelibus votis perspicue clareat oc templum obtutibus sacris demonstrans figuraliter signaculum alme crucis. Sit Chr(ist)o placens ec aula sub crucis tropheo sacrata, quam famulus Faffila sic condidit fide promta cum Froiliuba coniuge ac suorum prolium pignora nata, quibus, Chr(ist)e, tuis muneribus pro hoc sit gratia plena ac post uius vite decursum preveniat misericordia larga. Hic vate asterio sacrata sunt altaria Cristo diei revoluti temporis anni CCC, seculi etate porrecta per hordinem sexta, discurrente era septingentesima septu.


y esto es lo que nos dice;


«Por disposición divina vuelve a levantarse esta santa fábrica, de modesta obra, que ha de recibir las puras oraciones de los fieles. Que resplandezca con todo su esplendor este templo ante los ojos de Dios. Figura en honor de la Santa Cruz. Esperemos que a Cristo le resulte acogedora esta casa que, bajo la consagración de la Cruz, lleno de fe y de acción, le dedica su siervo Favila juntamente con su mujer Froleba y sus amados hijos. Que Dios les conceda su Gracia en esta vida y, al final de ella, vayan a disfrutar de su divina misericordia. Aquí el vate Asterio consagró estos altares en la fachada de la sexta edad del mundo y día tricentésimo del año setecientos setenta y cinco de la Era.»

"...Hic vate Asterio sacrate sunt altari Cristo....."Parece que no está claro el significado de este "cargo eclesiástico" , aunque podría insinuarse un hiatus entre la antigua religión y el joven cristianismo.

viernes, 7 de noviembre de 2008

VIAJE DE MORALES. LA IGLESIA DE SANTA CRUZ

Siguiendo con la investigación sobre la Capilla de Santa Cruz, nos encontramos con la crónica del viaje de Morales, en la cual nos cuenta lo siguiente:

No es muy pequeña, y está en lo llano y más abierto de los valles, junto al mercado de Cangas, y esta anchura y llanura hace verosímil lo que dicen los de la tierra, que aquí fue la mayor batalla, en que el Rey Don Pelayo, venció a los moros, y el campo raso asegura que los moros tendrían aquí a placer su multitud de gente. Aquí dicen los de la tierra que se le dió del cielo al Rey, la Cruz de madera que se llevó después de aquí a Oviedo, y está en la Cámara Santa, engarzada en oro. Añaden que en caer la Cruz del cielo y alcanzarse con ella tan gran victoria, edificó el Rey Don Pelayo esta Iglesia. De la Cruz después diremos en su lugar. De la iglesia digo, que es fábrica antiquísima, aunque agora está renovada por defuera de cal, y dentro blanqueada, más no la edificó Pelayo, sini su hijo Favila o Fafila, que es todo uno, como se ve en una piedra que está sobre el arco de la capilla, y aunque con dificultad, yo la leí, y tiene estos versos sacados fielmente con sus desbaratados latines y razones. Más envíolos por ser la más antigua escritura que hay en España después de su destrucción, y por eso son de estimar.

Resurgit ex preceptis divinis hec macina sacra, opere exiguo comtum fidelibus votis perspicue clareat oc templum obtutibus sacris demonstrans figuraliter signaculum alme crucis. Sit Chr(ist)o placens ec aula sub crucis tropheo sacrata, quam famulus Faffila sic condidit fide promta cum Froiliuba coniuge ac suorum prolium pignora nata, quibus, Chr(ist)e, tuis muneribus pro hoc sit gratia plena ac post uius vite decursum preveniat misericordia larga. Hic vate asterio sacrata sunt altaria Cristo diei revoluti temporis anni CCC, seculi etate porrecta per hordinem sexta, discurrente era septingentesima septu.

Si dice LXXIII, como parece, será el año de nuestro Redentor DCCXXXV. y había sido vencido el Rey Don Rodrigo veinte y un año antes del DCCXIII, y quando mucho puede haber en lo quebrado de la piedra un año más, y ya en la piedra se hace en alguna manera mención de la milagrosa victorias, que por la Cruz allí se hubo.

Dentro de la Iglesia está una cueva, a que se entra por una boca como pozo, y allá hay Capilla y altar. Y allá estará el enterramiento de Favila, que como el Obispo Pelayo dice, está aquí sepultado, que acá fuera no hay señal de enterramiento.

Cerca desta iglesia al pie de una sierra alta muestran un repecho los naturales, donde dicen que Favila esperó al oso que allí le mató.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Santa Cruz: testimonio de las épocas neolítica y medieval

En ese lugar privilegiado, la construcción del dolmen, realizada no lejos del 3000 antes de Cristo, partiría de la necesidad de las comunidades neolíticas de concretar un punto de referencia; de la consagración de un enclave céntrico en el que, bajo la fórmula de un panteón comunal, se realizaran las ceremonias colectivas que vendrían a estimular tanto las relaciones sociales como los intercambios mercantiles.

MIGUEL ÁNGEL DE BLAS CORTINA - 09/09/2008

http://www.elimpulso.es/?cmd=displaystory&story_id=4370&format=html


La Vega de Contranquil, en Cangas de Onís, extendida entre los ríos Sella y Güeña y las estribaciones del Monte Llueves, estaba habitada a fines de la última glaciación por grupos de recolectores y cazadores paleolíticos (magdalenienses) asentados en la Cueva de los Azules. La permanencia milenaria de estas gentes alcanza hasta el VIII milenio antes de Cristo, continuada por los epipaleolíticos (azilienses), uno de cuyos miembros sería enterrado en aquel remoto tiempo a la entrada de la caverna. La tumba de Los Azules, descubierta en 1975, es uno de los ejemplos funerarios más antiguos y mejor conocidos de la prehistoria del norte peninsular.

A partir de esa dilatada etapa sobreviene el silencio de las fuentes arqueológicas que sólo será roto por la presencia en la zona de los pobladores neolíticos. Desconocemos si estas sociedades de pastores y campesinos llegaron a aprovechar como vivienda o refugio ocasional alguna de las cuevas o abrigos abiertos en la base acantilada del Monte de Llueves; su presencia, sin embargo, se manifiesta con vigor en la construcción de un montículo artificial en cuyo interior se disponía una cámara sepulcral edificada con grandes bloques de piedra. El conjunto monumental responde, pues, a lo que se suele conocer como un dolmen: una arquitectura que, más allá de su función sepulcral, se erige en un sólido reflejo del deseo de los constructores de afirmar la posesión del territorio en el que aquélla se asienta.

Esos dólmenes, que convierten el ambiente natural en un paisaje humanizado por su presencia frecuente en toda la región cantábrica, son particularmente escasos en la cuenca del Sella; en todo caso, los conocidos ocupan enclaves altos, en lomas y collados, mientras que el dolmen cangués aparece en el fondo del valle, en conflicto con las crecidas habituales de los ríos inmediatos y con el bosque que sería denso en un medio bien irrigado.

Analizada en detalle, la población inhabitual de nuestro dolmen responde justamente a la clara elección de un área singular donde confluyen los itinerarios que transitan del litoral marino a la montaña, y de la depresión prelitoral que lleva de la Asturias central a la cuenca abierta hacia el oriente de la región. Se levanta, en definitiva, en el cruce de los principales corredores de tránsito de hombres, animales y mercancías, cumpliendo una misión básica de punto de encuentro, de cabecera comarcal.


En ese lugar privilegiado, la construcción del dolmen, realizada no lejos del 3000 antes de Cristo, partiría de la necesidad de las comunidades neolíticas de concretar un punto de referencia; de la consagración de un enclave céntrico en el que, bajo la fórmula de un panteón comunal, se realizaran las ceremonias colectivas que vendrían a estimular tanto las relaciones sociales como los intercambios mercantiles y también la circulación de noticias y experiencias entre los diferentes grupos dispersos por un amplio territorio.


La entidad del dolmen, la decoración de sus paredes, tal vez la notabilidad de los allí enterrados -acaso los antepasados comunes que explican el origen de las comunidades asentadas en el entorno- hizo que con el tiempo el lugar se volviera un espacio respetado, provisto de un prestigio capaz de prolongarse mucho más allá de su época.

En el año 737 d. C. construyó Favila, sucesor del caudillo Don Pelayo, un templo en honor de la Santa Cruz, sólo algunos años después de la legendaria batalla de Covadonga (celebrada hacia el 722); el edificio cristiano fue erigido, precisamente, sobre el montículo prehistórico. Es improbable que esta ubicación se debiera al simple azar; en realidad, los caudillos del naciente Reino de Asturias de la Alta Edad Media buscaban para legitimar su poder, aun tambaleante, el apoyo de los viejos símbolos, el respaldo del prestigio de los lugares entendidos como sagrados desde épocas remotas; la captación de la fuerza y autoridad de los enclaves ancestrales.

En 1572 Ambrosio de Morales, cronista de Felipe II, indicaba la existencia en la iglesia de una cripta conteniendo la tumba de Favila; poco después, el historiador Padre Carvallo señalaba la misma cavidad, de la que los fieles extraían tierra sagrada, capaz de curas milagrosas. Anotaban ambos eruditos un raro fenómeno arqueológico, la presencia de la cámara dolménica, hecho que sólo sería identificado tras las excavaciones que Antonio Cortés realizara en 1851. Ya estaba por entonces abandonada la iglesia, cesado el culto en 1808 con la invasión napoleónica. El templo llegado hasta 1936, y destruido durante la guerra civil, había sustituido en 1632 al original del siglo VIII (del que todavía se conservaba la lápida de consagración del 27 de octubre del año 737). La capilla actual es obra de posguerra, inspirado su estilo en el barroco tradicional.

EL MEGALITO Y SU CONTENIDO ARTÍSTICO

Con las deformaciones inherentes a su dilatada historia se constituía el túmulo prehistórico en una estructura de planta oblonga, de más de tres metros de altura, edificada con los cantos y arenas de la terraza fluvial que le daba asiento.

En su interior se situaba la cámara dolménica, de planta poligonal y abierta al este por un hueco que permitía el ingreso lateral en la misma. Frente a la puerta, la cabecera del sepulcro queda bien establecida por una laja rectangular, cuidadosamente labrada y de unos 2,25 m de altura. Un cierto arreglo, con empeño menor, se observa en otros bloques: el de mayor anchura, contiguo a la cabecera, ofrece en su extremo superior una evidente tendencia semicircular; enfrente, otro ortostato presenta en su lado superior una muesca o concavidad en cuyo fondo se abre, excavado en la piedra, un profundo hoyo troncocónico (¿acaso el encaje de un elemento arquitectónico u ornamental destruido, o cazoleta para el depósito de una ofrenda?).

Todos esos arreglos, formas, etc., no son aleatorios, sino consecuencia de una precisa intención, ajustada al ritual neolítico, a sus claves y mensajes. En todo caso, la capacidad del sepulcro, en el que se podía permanecer erguido, favorecería el desarrollo de las ceremonias fúnebres, el depósito y manipulación de los cadáveres y otros actos relacionados con la muerte y con el culto a los antepasados.

La escena sepulcral contaba además con un factor notable: la presencia de un dispositivo ornamental a base de pintura roja, áreas de piqueteado y de trazos incisos, que alcanzaría a todas las lastras parietales. El abstracto arte mural estuvo organizado en torno a la posición dominante del ortostato de la cabecera. En efecto, era ese bloque de labra cuidadosa el que mejor se vería desde el hueco de entrada a la cámara. Previamente regularizado, aún se observan los haces de estrías que alisan su superficie, recibió una decoración geométrica en la que destacan dos líneas quebradas que se afrontan, pintadas en rojo, asociadas a otras bandas y motivos del mismo pigmento y a series de triángulos igualmente rojos que festonean los márgenes derecho e izquierdo del bloque. A esa etapa le siguió otra piqueteada en la que se insiste en la elaboración de bandas quebradas que se entremezclan, a veces eliminándolos, con los motivos de color.

En los ortostatos del costado norte perviven desvaídas y muy parciales, otras líneas o bandas en zigzag, también pintadas en rojo. En contraste, el ortostato del hoyo excavado situado en el costado sur del recinto, ofrece algunas figuras grabadas, diseños lineales en cuya fuerte abstracción se puede considerar la posible alusión a hachas enmangadas; el instrumento-arma poseía en ambientes megalíticos un alto valor simbólico. En Santa Cruz, el hallazgo de un hacha excepcional de fibrolita se inscribe en la mejor tradición de las hachas de prestigio asociadas a mensajes de poder o de riqueza; interpretadas también como amuletos o, incluso, como símbolos de virilidad.

Resulta imprecisa una explicación del trasfondo de ese arte dominado por la geometría. Se ha considerado desde la ida de la «casa de los muertos» como trasunto de la cabaña neolítica, hasta la presencia de figuras relativas a seres o fuerzas protectoras de los muertos, de seres acompañantes en la ultratumba. Nacen estas últimas interpretaciones, lógicamente, de ciertos dólmenes que presentan figuras zoomorfas (serpientes, ciervos), o bien claramente antropomórficas, a menudo asociadas a esa reiteración de las composiciones de cenefas de triángulos, de bandas quebradas, etc.

Es ese arte, más allá de cualquier concreción sobre su trasfondo ideológico, parte de la coreografía sepulcral, inscrita en el mismo medio en el que a la oscuridad o incomunicación con el universo de los vivos se añade el misterio de la metamorfosis de los cadáveres; no domina, en fin, el impulso vacuo de, sencillamente, adornar la tumba.

Todo en el megalito de Santa Cruz transmite la singularidad de un monumento que exaltaría, en el territorio del Sella, el avance neolítico, el clareado del bosque y la imposición de lo cultural, de lo social, de lo humano, sobre el desorden natural. Esa singularidad es la misma perceptible en otros megalitos pintados de Galicia o norte de Portugal; pintar los dólmenes es algo exclusivo del occidente ibérico, entre los que se hallan los paralelos más precisos para este hoy excepcional testimonio cantábrico.
MIGUEL ÁNGEL DE BLAS CORTINA