martes, 26 de octubre de 2010

El tejo de Abamia tiende puentes

Representantes de pueblos indígenas se reúnen en torno al árbol de Corao para crear una plataforma en defensa de la Naturaleza



Corao (Cangas de Onís),

Lucas BLANCO
Más de medio centenar de personas se reunieron  junto al tejo de la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, de Corao (Cangas de Onís), para tomar parte en un encuentro muy especial entre las culturas indígenas y la occidental con un interés común: el amor a la Naturaleza. La asociación local Conceyu de Abamia actuó como anfitriona de los representantes de los pueblos maya (Guatemala), kunas (Panamá y Colombia), quechua-aymara (Bolivia) y mapuche (Chile) en una iniciativa conjunta de dicha asociación con la organización Native Spirits, con el fin de crear una especie de foro que recibirá el nombre de Círculo del Árbol, donde las personas puedan reunirse para intercambiar impresiones y abordar los problemas de la sociedad, que, en muchas ocasiones, son comunes en las distintas latitudes del planeta.


Este primer encuentro consistió en una ceremonia en la que intervinieron los portavoces de las diferentes culturas y las organizaciones participantes. La presentación corrió a cargo del poeta Ánxel Nava, que inició las intervenciones dando la bienvenida a los visitantes y explicando los objetivos de la curiosa reunión.


Seguidamente, intervino Paco Pantín, presidente de la asociación Abamia, que se encargó de ensalzar la figura del tejo, de 500 años de edad, como un punto de unión en la defensa de la biodiversidad. Ignacio Abella, miembro del Conceyu del Texu, también tomó la palabra, aplaudiendo la iniciativa tomada. «Es un gran día», afirmó, para después explicar que este encuentro multicultural planta una semilla de la que saldrá una base para el futuro. «Hoy creamos algo que tiene que servir como punto de partida para organizar un movimiento global a favor de la naturaleza», apuntó ante los presentes.


A continuación tomó la palabra Freddy Treuquil, director de Native Spirits, quien puso de relieve lo mucho que tienen en común todas las culturas, al considerar que los problemas «son los mismos para todos» y, por ello, cree de vital importancia que exista un intercambio de ideas entre los diferentes pueblos.


Otro de los ponentes fue el representante del pueblo maya, Víctor Lem, quien, ataviado con prendas de vestir tradicionales, explicó las coincidencias entre las diferentes culturas y cómo todas, de una manera u otra, tienen las mismas preocupaciones.


Para cerrar la ceremonia, el anciano Casimiro Sicajau dirigió un ritual propio de la cultura maya, que ayer celebraba el fin del ciclo lunar de doscientos sesenta días que marca su calendario. Dicho ritual consistió en la realización de una hoguera constituida por resina de diferentes árboles. Todos los asistentes participaron colocándose alrededor de las llamas y sosteniendo una vela encendida, mientras que el anciano realizaba rezos en su lengua materna, acompañado de música tradicional de su tierra.

Con este acto celebrado en el entorno del popular tejo de Abamia se puso el colofón a las III Jornadas Cantabria Indígena, que se celebraron durante esta semana en la localidad cántabra de Maliaño con el único fin de dar a conocer la cultura indígena en nuestro país.

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