miércoles, 20 de enero de 2010

Caído del cielo

Un meteorito que se precipitó sobre Cangas de Onís el 6 de diciembre de 1866 es una de las joyas del Museo de Geología de la Universidad de Oviedo.

http://www.lne.es/nueva-quintana/2010/01/19/caido-cielo/861564.html


Con una colección aproximada de 20.000 piedras a cada cual con su «curriculum vitae», la falta de espacio sólo permite exhibir 700, cantidad considerable para disfrutar de un mundo fascinante. Allí, protegido por un grueso cristal, se encuentra uno de los tesoros del museo: el meteorito de Cangas de Onís, con una historia tan peculiar como sorprendente. Así, el 6 de diciembre de 1866, concretamente a las 10.30 horas, unos pastores que se encontraban en el campo vieron en el cielo una estela blanca brillante que iba soltando una especie de chispas. Como ellos, todos los vecinos escucharon un ruido atronador cuando el meteorito impactó contra la Tierra. Quien más y quien menos, en aquel instante, debió de pensó que se aproximaba el fin del mundo. Afortunadamente no fue así y, tras el susto inicial, días después de lo sucedido, esos mismos pastores entregaron el meteorito (una de aquellas miles de chispas que brillaban en el cielo) de unos 3 kilos y 200 gramos, al farmacéutico del pueblo, quien, a su vez, tras tener conocimiento de lo sucedido, decidió llevarlo a la Universidad de Oviedo y se lo entregó a quien entonces era su rector, León Salmeán, quien confirmó que era un meteorito y que formaba parte del total de 22 kilos que se precipitaron aquel día en Cangas de Onís y que se encuentran actualmente repartidos por 24 instituciones de todo el mundo; entre ellas, el Museo del Vaticano y el Museo de Historia Natural de París, por citar algunos.



Luis Miguel Rodríguez Terente tiene en sus manos el meteorito mientras explica su historia. Lo mira con mimo, diríase que hasta con cariño, y dice con una seriedad apabullante que las piedras sufren, que su evolución dice mucho a quien las conoce, y que este tesoro natural de Cangas de Onís no tuvo una vida, hasta hoy, tan fácil como parece. El meteorito permaneció a buen resguardo en el que fue gabinete de Historia Natural -fundado en 1845 al amparo del plan Pidal-, que se ubicó en el edificio histórico de la calle San Francisco. También contaban con un jardín botánico en el Campo San Francisco. Este último fue desmantelado por orden municipal en 1871. El Gabinete de Historia Natural albergaba un conjunto heterogéneo de animales, plantas, fósiles, rocas y minerales. En la sección zoológica colaboraba el taxidermista José Sarandeses, que disecó varios ejemplares de la fauna cantábrica. Allí permaneció el protagonista d esta historia hasta que, en 1934, un incendio destruyó por completo el edificio histórico de la Universidad. Los expoliadores hicieron el resto. No quedó nada. ¿O tal vez sí?


En junio de 1948, casi un siglo después de la fundación del gabinete, Noel Llopis Lladó se incorporó como catedrático de Geografía Física y Geología Aplicada a la Universidad de Oviedo. Gran investigador y mejor docente, fundó el 9 de febrero de 1955 el Instituto de Geología Aplicada, el cual, integrado en la Facultad de Ciencias, sería el embrión para establecer, tres años después, los estudios geológicos universitarios. Fue él quien rescató del olvido el meteorito de Cangas de Onís. Y es que éste fue hallado en el edificio universitario de modo casual, tras percatarse alguien de la presencia de una piedra extraña tras una puerta. Para asombro de todos, y bochorno de algunos, el estimado profesor aseguró que, sin duda alguna, aquel era el famoso meteorito cangués, el único superviviente del antiguo Gabinete de Historia Natural y como tal registrado en el actual Museo de Geología.


Con una edad de 2.170 millones de años, lo que fue una bola ardiente en el cielo es hoy uno de los grandes tesoros naturales de la Universidad de Oviedo. Hierro y magnesio lo componen. Por fuera es marrón grisáceo, oscuro, apagado. Dice Rodríguez Terente que hasta podría parecer escoria de horno alto. Y sin embargo, qué bello.

http://camarerosdelparadordecangasdeonis.blogspot.com/2007/02/el-meteorito-de-cangas-de-onis.html

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