miércoles, 25 de febrero de 2009

Trece alumnos de «Emburria» logran el título de experto en limpieza de inmuebles

El Principado avala los diplomas entregados por la asociación canguesa

Cangas de Onís, Alba SÁNCHEZ R. Lne.es » Oriente


Trece alumnos de la Asociación para discapacitados «Emburria» recibieron de manos del alcalde Cangas de Onís, Alfredo García, y del representante de formación del Oriente, Ángel Llenín, los diplomas que los acreditan para trabajar como expertos en limpieza de inmuebles».

La asociación «Emburria» da servicio a los discapacitados de la Mancomunidad pequeña del Oriente, que integran Amieva, Cangas de Onís, Onís y Ponga. El colectivo apuesta por la inserción laboral de la treintena de usuarios que la componen. Durante 150 horas los alumnos desarrollaron clases prácticas y teóricas que culminaron con diplomas avalados por la Consejería de Educación y Ciencia.

Los trece alumnos del curso, mayoritariamente discapacitados intelectuales, están listos para entrar en el mundo laboral. Esta experiencia es la primera que aborda la asociación tras sus seis años de andadura. Los dirigentes de «Emburria» se mostraban ayer «muy contentos» con los resultados obtenidos hasta el momento y con la buena disposición de todos los alumnos, comentó la presidenta de «Emburria», María del Carmen González.

El objetivo del curso era buscar la integración de los usuarios en el mercado laboral, por lo que desde la asociación canguesa reivindican a las entidades públicas y privadas una oportunidad para los discapacitados, comentó la presidenta.

La profesora de las clases teóricas, Sandra de la Cuesta, destacó la buena disposición de todos los alumnos y la necesidad de un compromiso por parte de las administraciones para lograr la continuidad de este tipo de cursos . «Emburria» lleva varios años realizando con los usuarios prácticas prelaborales en el parking provisional que todos los años por la época estival se instala en el aparcamiento del Instituto de Secundaria cangués, para lo que cuentan con monitores que supervisan su trabajo. Los alumnos, ayer, se sentían muy contentos con el curso, y manifestaban sus ganas de encontrar un trabajo tras la finalización de su formación.

La ilusión de Daniel Prieto Prieto, de Triongu, es a sus 30 años que algún día una empresa de cualquier tipo de servicios lo contrate para ser un poco más independiente. El caso de María del Carmen Cuesta, de la localidad de El Bosque, es similar: su ilusión sería trabajar en un hotel, ya que en alguna ocasión ayudó a familiares y ahora se siente «más profesional» para trabajar con menos supervisión.



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