El Parque pasará a gestionarse este año por las tres comunidades

Asturias, Cantabria y Castilla piden que el traspaso venga acompañado de 4,5 millones anuales

03.02.09 - A. M. CANGAS DE ONÍS . El Comercio Oriente.

La historia del Parque Nacional de los Picos de Europa ha estado marcada por las discusiones sobre su modelo de gestión. Pero este año, sin embargo, está previsto que se haga efectiva la sentencia del Tribunal Constitucional de noviembre de 2004, por el que el Estado deberá ceder la gestión a las tres comunidades autónomas que aportan territorio al espacio.
La Junta General del Principado ha autorizado al Consejo de Gobierno a que firme el convenio de colaboración entre las tres autonomías implicadas, documento que rubricarán en un próximo encuentro los presidentes de las tres regiones. Las comunidades autónomas piden que ese traspaso venga acompañado de, al menos, 4,5 millones de euros anuales para su gestión.
Sin plazos
Tras la última reunión mantenida por todas las partes se fijó 2009 como límite para efectuar ese traspaso, aunque ya se han oído voces desde la comunidad cántabra y desde el propio Principado que aclaran que los plazos no son lo más importante: «Es mejor hacerlo bien que marcarse una meta», aseguró Ana Rosa Migoya, portavoz del Gobierno del Principado. El objetivo de las tres comunidades es conseguir una gestión coordinada y homogénea, pero «bien dotada presupuestariamente».
Mientras no se apruebe definitivamente ese traspaso, el parque sigue sin utilizar el Plan Rector de Uso y Gestión, el documento normativo que permitirá dirigir el territorio protegido. Es éste un documento que tampoco ha estado exento de polémicas. Los ayuntamientos con territorio en el parque exigían unas compensaciones a las restricciones que supone estar en un territorio protegido. Mientras tanto, se oponían a la entrada en vigor del Plan de Uso y Gestión. Una pescadilla que se muerde la cola y que podría llegar a desbloquearse este año, si Asturias, Cantabria y Castilla y León le sacan tajada suficiente al Gobierno de Zapatero. No en vano, tendrán que tener fondos para pagar al personal que trabaja en el parque, pagar indemnizaciones por daños de la fauna salvaje, luchar contra el progresivo abandono de las actividades tradicionales como el pastoreo y, en definitiva, tener fondos suficientes para gestionar un territorio con un buen número de habitantes en su interior. Y no pocos problemas.