lunes, 5 de enero de 2009

HISTORIA DE ABAMIA - RECUERDOS DE UN VIAGE POR ESPAÑA

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Recuerdos de un viage por España






En medio de dilatadas praderías, sobre la cúspide de una colina y en el mas risueño y poético paisage, se ofreció por fin á nuestra vista la vieja iglesia de Santa Eulalia de Abamia. Nuestras primeras crónicas la denominan de Belapnio, y segun algunas debe su fundacion al rey Pelayo, aunque puede demostrarse que este heróico principe solo la restauró y aumentó. Sus anchos sillares, pintados de color pardo por la mano del tiempo, y el severo gusto bizantino, que á despecho de los siglos ostenta este histórico edificio, le dan el mas venerable aspecto. Una rara cornisa formada por cabezas de hombres, de dragones ó de tarascas, circuye toda la parte superior y varios estribos «altos y fuertes» lejos de afearle le prestan fortaleza y magestad. La portada antigua es tambien notabilísima y está ornada con un tosquísimo bajo relieve en forma semicircular, que representa, á nuestro modo de ver, el infierno, pues se ven en él varios diablos; uno de ellos sostiene una caldera, dentro de la que se ve la cabeza de un hombre, y por bajo de la que hay una hoguera; otro diablo arrastra á otro condenado por los cabellos para precipitarlo en los abismos eternos, etc. etc. La tradicion del pais refiere que este bajo relieve fué mandado ejecutar por don Pelayo, en memoria de la muerte del traidor Opas; á quien , como ya hemos dicho, suponen arrebatado por los demonios en el momento de empezar la batalla de Covadonga. El interior de esta iglesia ofrece poco de particular, pues está renovada y blanqueada hace poco tiempo: solo merecen aiencion, un gran bajo relieve moderno situado en lo alto del retablo mayor y que representa la batalla de Covadonga, y los sepulcros vacios de Pelayo y Gaudiosa. Son estos enteramente iguales, el primero al lado del Evangelio y el segundo al de la Epístola.
En los primeros tiempos estaba uno y otro lucillo fuera de la iglesia, segun costumbre antigua; pero en el siglo XVII el de Pelayo estaba ya dentro por haber alargado el templo, y quedar contenido entre su recinto. Llamábase entonces este sepulcro Cuerpo-Santo , aunque ya estaba vacio. El lucillo de la reina permanecia en aquella epoca en las afueras, «vacio y sin cubierta» como dice Carballo. A pocos pasos de la iglesia de Santa Eulalia y en un sitio llamado el Cueto, habia una modesta casa de campo, solar y pertenencia de la familia del mismo nombre, de la que se descubren aun los cimientos y escombros en un pequeño campo rodeado de árboles, En ella solia residir don Pelayo, y alli le sorprendió la última enfermedad en 737 , siendo sepultado en la inmediata iglesia de Santa Eulalia, como nos refieren todas nuestras historias antiguas y modernas. Antes que Pelayo, habia sido sepultada en la misma, su esposa doña Gaudiosa. De esta reina ignoraríamos el nombre y la existencia, á no revelarnos uno y otro el cronicon de Alfonso el Maguo. Su nombre lo interpretan algunos por Agradable á Dios.
La iglesia de Abamia sirvió de refugio á varios monges de San Benito que á ella se acogieron en la época de la irrupcion agarena, y que fundaron alli un monasterio en 737. En 802 se lee de nuevo el nombre del monasterio de Abelanice en la crónica de Albelda, pues en él fué encerrado por algunos meses el rey don Alfonso el Casto , cuando en el año onceno de su reinado se vió despojado de la corona por los magnates de Asturias, rebelados contra .él por sus alianzas y tratados con Carlo-Magno.

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