El cronista oficial de Piloña propone crear un foro cultural para luchar por que el real sitio forme parte de la ruta jacobea
Cangas de Onís,
Alba SÁNCHEZ R.
El historiador y cronista oficial del concejo de Piloña, Andrés Martínez Vega, reivindicó, en Cangas de Onís, la incorporación de Covadonga al Camino de Santiago, dado que el real sitio ha sido desde siempre un hito importante en las peregrinaciones y existen documentos arqueológicos suficientes que lo atestiguan. Así de contundente se mostraba el pasado lunes en la Casa de Cultura canguesa, durante la conferencia «Religiosidad popular en los caminos de Covadonga», ofrecida en el curso sobre «Patrimonio de Cangas de Onís: La Cruz», organizado por el centro cultural, con la colaboración de la Consejería de Cultura y Turismo, Cajastur, «Covadonga 2008» y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Andrés Martínez Vega defendió un camino, en un sentido metafórico, en el que convergen «las espiritualidades inconscientes», influyendo en los sentimientos del pueblo asturiano. Para el historiador hay claras muestras de peregrinación por muchos caminos que llevan a Covadonga, símbolo de una profunda religiosidad, reflejada en la literatura no sólo española sino extranjera, en las que se relata la profunda religiosidad que se respira en el real sitio.
Según explicó Martínez Vega, a principios del siglo pasado era muy común, después de las labores estivales del campo, que pueblos enteros realizaran peregrinaciones al real sitio. Ese era el caso del pueblo de Libardón o Lliberdón, de donde eran originarias «Las Toribias», llamadas así por doña Toribia, una mujer muy devota que comenzó con las peregrinaciones y a la que se fue uniendo su familia y los vecinos del pueblo.
Estas peregrinaciones las protagonizan muchos vecinos de los municipios más próximos a Covadonga. Viajaban a pie, acompañados por los sacerdotes del lugar y con el sustento necesario para pasar unos diez días lejos de sus casas. Llegaban a concentrase hasta unas doscientas personas en algunos casos. Todos estos peregrinos dejaron improntas de su paso. Son los hoy llamados «grafitis».
Asimismo existen datos del siglo XIX de la creación por parte del real sitio de escapularios tocados por la Virgen para los peregrinos llegados de todas partes, y así tener un contacto íntimo con lo sobrenatural. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los empresarios de la época se sumaron a la devoción de los asturianos y fueron muchos los que pusieron el nombre de Covadonga o la cruz asturiana a productos tan dispares como la lejía o las bujías de los coches.
El Camino de Santiago oficial de la vertiente asturiana actualmente pasa por Ribadesella, por lo que Covadonga se encuentra a más de cuatro leguas y no está incluida en las guías de los peregrinos. Para Martínez Vega es importante la creación de un foro cultural en el municipio de Cangas de Onís e impulsar algún movimiento para la incorporación de Covadonga al Camino de Santiago. El historiador ofreció toda su colaboración en pos de ese objetivo
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