Virgen de Covadonga
Radiografía de una devoción. El Mollar cercano a Tafí del Valle y a los tesoros de la cultura Calchaquí.
A solo una hora de viaje partiendo desde Tucumán, y a más de 2.000 metros de altura se encuentra un pequeño pueblito.
El Mollar, voz quechua que deriva de Molle un árbol de la flora local, se encuentra emplazado en un lugar privilegiado, a la sombra del cerro Ñuñorco (3221 MSN), desde cuya cima obtendremos una impresionante panorámica del valle de Tafí. (ver Tuc.Inn # 09)
Rodeada de hermosos paisajes naturales, en sus rincones predomina la calma, el límpido cielo azul, el lago, el verde, y su gente.
Su tierra regada de restos arqueológicos de la cultura calchaquí, algunos de los cuales están por ahí sueltos o en los patios de las casas de los vecinos, le ofrecen un encanto diferente, con los esbeltos menhires, morteros, y las tradicionales pircas.
Cobija en sus rincones, una pequeña capilla de líneas simples a base de piedras del lugar en honor a la Virgen de Covadonga.
Cuenta la historia, que la misma fue construida por un Asturiano llamado Sánchez quién, luego de salvar su vida y la de su familia en un terrible accidente, en muestra de su profunda devoción y agradecimiento, realizó una promesa a la virgen de erigir un lugar de culto en su honor, bajo la singular condición que el sitio elegido debería ser lo más parecido al original ubicado en Asturias, España.
"Su religiosidad, tesón y firme voluntad dieron sus frutos y en los años 1940/50 construyó esta hermosa capilla en los Valles Calchaquíes y desde aquellas décadas la Patrona de los Asturianos nos bendice día a día por estos valles tucumanos."
La cubierta de la nave principal, y galerías de tejas coloniales apoyadas en toda su extensión en entramados de madera (tirantes y alfajías) y en cabriadas centrales que obedecen a las zonas de mayor distancias entre muros.
Las carpinterías originales son de madera, salvo la del acceso principal que es una puerta reja, también de aquellos años y que se llama poderosamente la tensión por la concepción de la idea con que fue colocada.
Actualmente se encuentra en proceso de acondicionamiento y puesta en valor, y se encuadra dentro de los proyectos encarados desde la Dirección de Arquitectura y Urbanismo de la Provincia de Tucumán.
A solo una hora de viaje partiendo desde Tucumán, y a más de 2.000 metros de altura se encuentra un pequeño pueblito.
El Mollar, voz quechua que deriva de Molle un árbol de la flora local, se encuentra emplazado en un lugar privilegiado, a la sombra del cerro Ñuñorco (3221 MSN), desde cuya cima obtendremos una impresionante panorámica del valle de Tafí. (ver Tuc.Inn # 09)
Rodeada de hermosos paisajes naturales, en sus rincones predomina la calma, el límpido cielo azul, el lago, el verde, y su gente.
Su tierra regada de restos arqueológicos de la cultura calchaquí, algunos de los cuales están por ahí sueltos o en los patios de las casas de los vecinos, le ofrecen un encanto diferente, con los esbeltos menhires, morteros, y las tradicionales pircas.
Cobija en sus rincones, una pequeña capilla de líneas simples a base de piedras del lugar en honor a la Virgen de Covadonga.
Cuenta la historia, que la misma fue construida por un Asturiano llamado Sánchez quién, luego de salvar su vida y la de su familia en un terrible accidente, en muestra de su profunda devoción y agradecimiento, realizó una promesa a la virgen de erigir un lugar de culto en su honor, bajo la singular condición que el sitio elegido debería ser lo más parecido al original ubicado en Asturias, España.
"Su religiosidad, tesón y firme voluntad dieron sus frutos y en los años 1940/50 construyó esta hermosa capilla en los Valles Calchaquíes y desde aquellas décadas la Patrona de los Asturianos nos bendice día a día por estos valles tucumanos."
La cubierta de la nave principal, y galerías de tejas coloniales apoyadas en toda su extensión en entramados de madera (tirantes y alfajías) y en cabriadas centrales que obedecen a las zonas de mayor distancias entre muros.
Las carpinterías originales son de madera, salvo la del acceso principal que es una puerta reja, también de aquellos años y que se llama poderosamente la tensión por la concepción de la idea con que fue colocada.
Actualmente se encuentra en proceso de acondicionamiento y puesta en valor, y se encuadra dentro de los proyectos encarados desde la Dirección de Arquitectura y Urbanismo de la Provincia de Tucumán.
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