Más de medio centenar de personas, entre Guardia Civil y guardas de seguridad, participaron en el dispositivo
Fuente; El Comercio Digital
26.10.08 -
ANA MORIYÓN. COVADONGA
Todas las precauciones era pocas ayer para garantizar la seguridad de la Cruz de la Victoria en su viaje a Covadonga con motivo de la Consagración de Asturias a la Virgen. El Arzobispado de Oviedo utilizó todos los medios para que este acontecimiento histórico tuviera buen sabor de boca y el símbolo asturiano no corriera ningún riesgo.
Tantas precauciones tomó la Iglesia asturiana que, por motivos de seguridad, no se hizo pública la hora en la que -finalmente sería en torno a las 8.30 horas de la mañana- la Cruz de la Victoria abandonaría la Catedral de Oviedo por la puerta de la Limosna.
Perfectamente embalada era introducida en un furgón blindado que, escoltado por varios vehículos de la Guardia Civil, iniciaba el camino hacia el municipio de Cangas de Onís. La Cruz fue acompañada por los canónigos de la Catedral de Oviedo hasta su llegada al Real Sitio de Covadonga, donde era evidente la presencia de numerosos agentes de la Guardia Civil, pese a que muchos de ellos vestían de incógnito, así como de guardas de seguridad. En total, se calcula que podrían haber participado en el dispositivo más de medio centenar de personas.
Las medidas de seguridad no quedaban allí, sino que incluían la tramitación de una póliza con la que se quiso asegurar la joya prerrománica de oro y piedras preciosas entregada a la Iglesia asturiana en el año 908 por el Rey Alfonso III, y adoptada en el Estatuto de Autonomía de 1981 como elemento de la bandera del Principado y, posteriormente, en 1984, del escudo de la región.
26.10.08 -
ANA MORIYÓN. COVADONGA
Todas las precauciones era pocas ayer para garantizar la seguridad de la Cruz de la Victoria en su viaje a Covadonga con motivo de la Consagración de Asturias a la Virgen. El Arzobispado de Oviedo utilizó todos los medios para que este acontecimiento histórico tuviera buen sabor de boca y el símbolo asturiano no corriera ningún riesgo.
Tantas precauciones tomó la Iglesia asturiana que, por motivos de seguridad, no se hizo pública la hora en la que -finalmente sería en torno a las 8.30 horas de la mañana- la Cruz de la Victoria abandonaría la Catedral de Oviedo por la puerta de la Limosna.
Perfectamente embalada era introducida en un furgón blindado que, escoltado por varios vehículos de la Guardia Civil, iniciaba el camino hacia el municipio de Cangas de Onís. La Cruz fue acompañada por los canónigos de la Catedral de Oviedo hasta su llegada al Real Sitio de Covadonga, donde era evidente la presencia de numerosos agentes de la Guardia Civil, pese a que muchos de ellos vestían de incógnito, así como de guardas de seguridad. En total, se calcula que podrían haber participado en el dispositivo más de medio centenar de personas.
Las medidas de seguridad no quedaban allí, sino que incluían la tramitación de una póliza con la que se quiso asegurar la joya prerrománica de oro y piedras preciosas entregada a la Iglesia asturiana en el año 908 por el Rey Alfonso III, y adoptada en el Estatuto de Autonomía de 1981 como elemento de la bandera del Principado y, posteriormente, en 1984, del escudo de la región.
Voluntarios
Debe reconocerse también el trabajo desarrollado por una decena de voluntarios y seminaristas de Oviedo que, repartidos por diferentes lugares del Santuario, informaban y organizaban a los feligreses que se acercaron al lugar durante toda la jornada, así como a la Policía Local de Cangas de Onís, que se encargó de ordenar el tráfico en Covadonga en una jornada de gran afluencia.
Y es que se calcula que hasta el Santuario mariano se acercaron en la jornada de ayer unas dos mil personas que quisieron participar en el acto de Consagración a Jesucristo por mediación de la Virgen de Covadonga de toda la archidiócesis de Oviedo, dentro de los actos programados para el Año Santo de la Cruz. Una consagración que no se realizaba desde diciembre de 2001, cuando el arzobispo emérito, Gabino Díaz Merchán, consagró Asturias a Jesucristo por medio de la Virgen. La Cruz de la Victoria regresaría a Oviedo sana y salva a las 16.30 horas.
Y es que se calcula que hasta el Santuario mariano se acercaron en la jornada de ayer unas dos mil personas que quisieron participar en el acto de Consagración a Jesucristo por mediación de la Virgen de Covadonga de toda la archidiócesis de Oviedo, dentro de los actos programados para el Año Santo de la Cruz. Una consagración que no se realizaba desde diciembre de 2001, cuando el arzobispo emérito, Gabino Díaz Merchán, consagró Asturias a Jesucristo por medio de la Virgen. La Cruz de la Victoria regresaría a Oviedo sana y salva a las 16.30 horas.
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