El ex director general de la UNESCO disfruta de una jornada de pesca junto a varios amigos en el coto La Vara, en Cangas de Onís
Alba SÁNCHEZ R. Cangas de Onís,
Sustituir la fuerza por la palabra. Es la fórmula para resolver las guerras y el resto de los grandes problemas del mundo, según Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO, ex ministro de Educación y presidente de la Fundación Cultura de Paz. Mayor Zaragoza disfrutó ayer de un día de pesca en Cangas de Onís, junto a su hijo Federico y varios amigos, entre los que se encontraban el premio «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica en el año 2007, Ginés Morata, y el viceconsejero de Medio Ambiente, Víctor Vázquez.
Según Mayor Zaragoza, el pilar más importante que le hace seguir en la brecha es la juventud, en la que tiene mucha fe y mucha confianza. Aseguró que los jóvenes no se merecen un mundo con un gran desgarro social como el actual, en el que, según apuntó, se están cambiando valores como la justicia y la libertad por los valores de mercado.
Tuvo ocasión de descubrir el significado de la violencia más vil en lugares que estaban en guerra, y comentó que los conflictos deben ser resueltos «por los propios pueblos», que han de ser gobernados por unos dirigentes elegidos democráticamente, y no basarse en la mentira propia de «una sociedad en decadencia», puntualizó Mayor Zaragoza. «No podemos seguir siendo espectadores de todo el horror que están viviendo muchos pueblos, olvidados a veces por una sociedad de la que parecemos estar orgullosos», añadió el ex director general de la UNESCO.
Durante la tarde de ayer, Mayor Zaragoza pudo disfrutar de una de sus aficiones, la pesca del salmón. Tuvo un recuerdo para sus inicios en esta disciplina, junto a «Fermín y Roque, el de Arriondas», hace 36 años. A los ríos asturianos viene siempre que puede desde cualquier parte del mundo. Le gusta disfrutar de un entorno que considera «un ejemplo». Y sitúa a Asturias entre las regiones europeas que mejor conservan los recursos naturales.
Ginés Morata comentó que para él siempre es un placer volver a Asturias. Morata ascendió en dos ocasiones al Picu Urriellu, lo que probablemente lo convierte en el único premio «Príncipe de Asturias» que ha conquistado esa cumbre.
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