domingo, 13 de enero de 2008

Las obras del parador de Corias comienzan con el traslado de la orden dominica

La empresa adjudicataria adecua las dependencias que ocuparán los frailes mientras se ejecutan los trabajos

Cangas del Narcea, Alejandro ÁLVAREZ LNE.ES

Se hicieron esperar, pero al final han dado comienzo. La empresa Obrascón Huarte Laín (OHL), adjudicataria del proyecto de construcción del futuro parador nacional de turismo de Corias, en Cangas del Narcea, inició ayer la adecuación de las dependencias que ocupará la orden dominica de forma provisional mientras se ejecutan los trabajos.

De esa manera, según fuentes de la empresa, en las próximas horas podrán comenzar definitivamente las obras del parador en sí, paralizadas a causa del retraso que se ha producido en el citado traslado, propiciado, según ha podido saber este diario, por la falta de entendimiento entre la orden religiosa, el Principado y la constructora. La nueva zona que se habilitará para los monjes, según señalaron fuentes de la constructora, será de dimensiones más reducidas que la actual, que será remodelada en la primera fase de las obras del parador. Así, se permitirá el regreso de los frailes a su lugar de origen en el menor tiempo posible.
El acuerdo al que se refieren los responsables de OHL se firmó en el año 2002 entre el Principado y la orden religiosa. En él se establece que los monjes dispondrán, una vez hayan finalizado las obras de construcción del parador, de un área para su uso y servicio. Para poder acondicionar ese espacio es necesario que los dominicos se trasladen provisionalmente.

El Principado había recomendado a los frailes que lo más prudente, debido a las molestias que pudieran causarles los trabajos, era trasladarse momentáneamente a otras dependencias de la orden, algo a lo que los religiosos se negaron.
El mayor de España
Si todo sale según lo previsto, en las próximas horas darán por fin comienzo las obras de construcción del que será el mayor parador nacional de turismo de España. En total, los responsables de OHL calculan que serán necesarios unos 70 operarios y dos grúas de gran tonelaje, una de ellas, como adelantaron fuentes de la empresa, irá situada en el interior del segundo claustro, más conocido como el patio norte. A continuación, como medida de seguridad, se retirará toda la instalación eléctrica del inmueble, así como el resto de elementos susceptibles de provocar un accidente o una situación de riesgo para la integridad física de los trabajadores.
Llegados a este punto, se procederá al desmonte de la cubierta del edificio. Todas las tejas y las vigas de madera deberán ser revisadas cuidadosamente. Las que presenten un estado de conservación óptimo se reservarán para su reutilización, mientras que las que se consideren deterioradas se enviarán a los talleres de restauración. Una vez desmontado el tejado, se procederá al desescombro del inmueble. Aquí también será necesario llevar a cabo una minuciosa selección de los materiales que se reutilizarán.
A partir de ese momento, se iniciará el proceso de construcción de lo que será el futuro parador, que consistirá en la consolidación de la estructura de mampostería portante, con refuerzos en ángulos, dinteles sobre aberturas y sectores de muros colapsados por el fuego, y en la reconstrucción de parte de las estructuras cubiertas, cielos rasos y revoques, revestimientos internos y pintura de terminación en todos los locales.
Aunque la empresa confía en que todo salga según lo previsto, también reconoce que ésta es una obra «viva». El proyecto, aseguran, está muy definido y no deja lugar a la improvisación, como todos los de Paradores Nacionales.

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