viernes, 25 de mayo de 2012

LA BATALLA DE COVADONGA 1855 HISTORIA ECLESIASTICA



Acababa Pelayo de ponerse al frente de los refugiados en las montañas de Asturias, cuando estos tuvieron noticia de que se aproximaba á sus estrechos desfiladeros un grueso destacamento del ejército musulman comandado por el guerrero Alkamak. Abandonando los Cristianos la villa de Cangas, se retiraron hácia el monte Auseba, poniendo su confianza en Dios, y su defensa en la aspereza de los montes. Al extremo de un angosto y tortuoso valle se eleva una enorme roca de mas de ciento veinte pies de elevacion, en cuyo centro se ve una profunda caverna abierta por la naturaleza, y de cuyas entrañas brota un torrente, que cayendo al fondo del valle, forma una vistosa cascada, y aumenta el aspecto salvaje de aquel terreno. Á sus inmediaciones se retiraron los escasos insurgentes con sus amedrentadas familias y pobres ajuares. Ocultos en los flancos de los montes operaban los mas atrevidos la señal de ataque en esa guerra de montaña , en que tanto han sobresalido los españoles cuando sin jefes, sin recursos y sin disciplina, han tenido que defender la independencia de su país. Embarazaba á los mahometanos su mismo número, habiendo de pelear en tan estrecho recinto, presentando un pequeño frente igual al de los Cristianos, mejorados en posicion, y cuyo denuedo aumentaban la desesperacion y la imposibilidad de la fuga.

Las flechas de los sitiadores rebotaban contra las peñas do se guarecían los Cristianos; gruesos troncos y enormes peñascos rodaban sobre los sarracenos desde la cima de los montes aplastándolos en su

1 .( Sebastian de Salamanca le llama hijo del duque Favila: «Maxima veró pars < in hanc patriara Asturiensium intraverunt, sibique Pelagium, filium quondam «Fafilani Ducis ex semine regio, Principem elegerunt.» Los árabes le llaman Belay el Rumi (Pelayo el Romano), pues no pudiendo pronunciar la P sustituíanla con la B. )

caida, y la naturaleza misma enviando el agua á torrentes, parecía conjurarse contra los musulmanes, que amedrentados por el fragor del trueno, y no hallando dónde fijar el pié en aquel terreno movedizo , apelaron á la fuga sofocándose unos á otros en aquel estrecho sendero. Un trozo de montaña se desplomó sobre los fugitivos, y las aguas del Deva desbordándose de sus márgenes tragaron millares de aquellos infieles, cual en otro tiempo absorbieron las del mar Rojo las huestes de Faraon. La mano de Dios obraba allí visiblemente; y aquel conjunto de causas naturales acumuladas en favor de los Cristianos tiene en verdad algo de milagroso *. Los árabes mismos refieren con asombro en sus confusas crónicas la horrible matanza, que aseguró la existencia de aquella sociedad naciente. Todavía las aguas del Deva al lamer las faldas de la montaña descubren los restos de revueltos esqueletos, y la tradicion ha consagrado los lugares inmediatos con varios recuerdos relativos á la proclamacion de Pelayo *.

1 El manuscrito de Gotha, citado por Romey, tomo I de la edicion española de 1839, dice así (pág. 436, colum. 2.a): «El Golbernador de la Península sabedor de que los Cristianos habian juntado un ejército por las montañas del Septentrion, envió contra ellos á Alkamak. Belay, a favor de su situacion y de su arrojo, se descolgó sobre los musulmanes matándoles cerca de tres mil. Se «descarriaron sus tiros, estalló una tormenta y quedó sepultada la hueste. Sobrevino Belay é hizo en ellos gran matanza. Yacieron entre los difuntos Alkamak y sus compañeros.»

8 Los dos Cronicones que primero dan noticia de esta batalla son el de Albelda y el de Sebastian de Salamanca de fines del siglo IX (883 de Jesucristo). Ambos parecen haber bebido en una misma fuente: el segundo es mas difuso, llena la relacion de milagros estupendos, y mata en dos plumadas 187,000 sarracenos, haciendo asistir á esta funcion á D. Oppas, con su correspondiente arenga á estilo clásico. ¿Es posible que tan atroz matanza no llegara á oidos del Pacense? - .- .

3 Cerca de Covadonga se ve el campo llamado Repelao, donde la tradicion asegura que se verificó la ceremonia de alzar á D. Pelayo sobre el pavés. En la inmediata villa de Cangas hay tambien varias tradiciones relativas á este Monarca , cuyo nombre ha sido siempre pronunciado en España con religiosa veneracion. Su moderno y grosero epitafio le da el título de Santo; ,

Aqui yaze el S. Rey D. Pelayo.
electo el año de 716 que en , esta milagrosa cueva
comenzó la restauracion de España. Vencidos los moros,
falleció año 737 y acompaña á su muger y hermana.

1 comentario:

El Secre... dijo...

Al final dice que el epitafio del Caudillo Pelayo hace referencia a su "santidad". Más bien, a su condición de Señor... Aquí yace el Señor Rey Don Pelayo... Ya que "Señor" es el tratamiento tradicional a los reyes en España... Creo... Por lo demás, página interesante...