13 septiembre 1966
El Jefe del Estado inaugura un parador de turismo en los Picos de Europa
Su Excelencia el Jefe del Estado desembarcó del yate Azor, en el puerto de Castro Urdíales, poco después de las tres de la tarde de hoy.
Acompañaban al Generalísimo el ministro de Marina, su nieto mayor, Francisco, y don José María Sanchiz.
La población de Castro Urdíales rindió al Caudillo un gran recibimiento.
Poco después, el Jefe del Estado salió para Potes, a donde llegó a las seis y media de la tarde con objeto de inaugurar, el complejo turístico allí instalado, compuesto de un teleférico construido a iniciativa de la Diputación Provincial de Santander y un parador de turismo levantado por el Ministerio de Información y Turismo.
El Caudillo era esperado por el subsecretario de Turismo, señor Rodríguez Acosta, y primeras autoridades provinciales y locales. Los Coros y Danzas regionales actuaron en su honor.
Poco después, Su Excelencia el Jefe del Estado se dirigió a la estación del teleférico donde por el ingeniero constructor le fue explicado el funcionamiento del mismo. Más tarde se dirigió al refugio del Ministerio de Información y Turismo en Aliva, donde pernoctará y pasará unos días dedicados a la caza.
El nuevo parador Nacional del Río Deva, inaugurado hoy por el Caudillo, está situado en Fuente de Santander, al pie de la Cordillera Cantábrica, muy próximo al nacimiento del río Deva.
Se llega a él por la prolongación especialmente construida para facilitar el acceso al parador de la carretera número 621, que parte de Potes y atraviesa Espinama.
En las proximidades del parador se ha instalado también un teleférico de cabina que permite la subida al mirador del Cable y desde éste el acceso al refugio nacional de Aliva y al coto nacional de los Picos de Europa.
Tanto desde el parador como desde el mirador del Cable se divisan las principales cumbres de la Cordillera Cantábrica en un panorama de sorprendente belleza.
El parador —cuya altitud sobre el nivel del mar es de mil setenta y siete metros— es un excelente establecimiento hotelero de montaña. Construido de nueva planta, de acuerdo con las más modernas exigencias de un alojamiento de este tipo, consta de diez habitaciones dobles, todas con baño, para clientes, más cuatro habitaciones, también dobles, para mecánicos, comedor con capacidad para ochenta comensales, dos salones, garajes y los correspondientes servicios
generales.
En su construcción se han invertido más de doce millones de pesetas.
Acompañaban al Generalísimo el ministro de Marina, su nieto mayor, Francisco, y don José María Sanchiz.
La población de Castro Urdíales rindió al Caudillo un gran recibimiento.
Poco después, el Jefe del Estado salió para Potes, a donde llegó a las seis y media de la tarde con objeto de inaugurar, el complejo turístico allí instalado, compuesto de un teleférico construido a iniciativa de la Diputación Provincial de Santander y un parador de turismo levantado por el Ministerio de Información y Turismo.
El Caudillo era esperado por el subsecretario de Turismo, señor Rodríguez Acosta, y primeras autoridades provinciales y locales. Los Coros y Danzas regionales actuaron en su honor.
Poco después, Su Excelencia el Jefe del Estado se dirigió a la estación del teleférico donde por el ingeniero constructor le fue explicado el funcionamiento del mismo. Más tarde se dirigió al refugio del Ministerio de Información y Turismo en Aliva, donde pernoctará y pasará unos días dedicados a la caza.
El nuevo parador Nacional del Río Deva, inaugurado hoy por el Caudillo, está situado en Fuente de Santander, al pie de la Cordillera Cantábrica, muy próximo al nacimiento del río Deva.
Se llega a él por la prolongación especialmente construida para facilitar el acceso al parador de la carretera número 621, que parte de Potes y atraviesa Espinama.
En las proximidades del parador se ha instalado también un teleférico de cabina que permite la subida al mirador del Cable y desde éste el acceso al refugio nacional de Aliva y al coto nacional de los Picos de Europa.
Tanto desde el parador como desde el mirador del Cable se divisan las principales cumbres de la Cordillera Cantábrica en un panorama de sorprendente belleza.
El parador —cuya altitud sobre el nivel del mar es de mil setenta y siete metros— es un excelente establecimiento hotelero de montaña. Construido de nueva planta, de acuerdo con las más modernas exigencias de un alojamiento de este tipo, consta de diez habitaciones dobles, todas con baño, para clientes, más cuatro habitaciones, también dobles, para mecánicos, comedor con capacidad para ochenta comensales, dos salones, garajes y los correspondientes servicios
generales.
En su construcción se han invertido más de doce millones de pesetas.
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