LECTURA DE D. CELSO DIEGO SOMOANO EN EL ACTO DE SU HOMENAJE

Y voy a hacer una breve historia de la Ciudad, que goza de este Título por concesión Real de Alfonso XIII, desde el año 1907. Era todavía una pequeña urbe en la que se notaba, ya, muy de veras,lo rural y lo urbano, dividida en dos espacios: Cangas de Arriba y Mercado. El primero se limitaba hacia el Norte por la Iglesia Parroquial (hoy Aula del Reino de Asturias), El Palacio del Conde la la Vega del Sella (hoy Hogar Beceña González), el Campo y Capilla de San Antonio, y en los lados la Riega de Ricao y La Riega del Castrillo, donde se encontraba la fuente que suministraba el agua a Cangas. Al sur de este espacio se hallaban los barrios de alfareros, de los pastores, y de los agricultores. Era la zona más ruralizada.
En el Mercado: dos calles y varios barrios, que iban ocupando el espacio que primero fueron
llamados y conocidos como Ería de San Pelayo, La Baragaña y El Censo. Aquí en este terreno y a los lados de ellos existían los barrios del Puente, del Zanjón, San Pelayo, La Pontiga, El Mercáu, San Roque, La Morca, La Plaza, Barrio de Allende, y también, de la Concepción, El Fondón y otros.
Atravesaba el espacio el Camino Real o Calles de San Pelayo y Mercado, que primero sería, acaso, un camino romano y más tarde el Camino de Santiago, y que partiendo de la Puente Vieya (ahora se le llama Puente Romano) buscaba la salida hacia Covadonga.
El trazado y construcción de la Carretera nueva y el Puente Nuevo, van a dar un gran cambio al sentido urbano del Cangas de Onís, que busca arrimarse al río Güeña. Aquí se construye el Edificio de la Audiencia, que marcará la alineación de la calle, llamada primero de los Hermanos García Ceñal, y luego Carretera de Covadonga. Serán problemas su trazado y las expropiaciones, en su inicio, junto el Puente y en su final este, para enlazar con la calle Mercado, por el derribo de varias casas en la Calle Sotura.
Otro campo de lo urbano surge en la ería de San Pelayo al abrir la carretera hacia Castilla.
Aquí se construirán por el elemento americano una doble hilera de viviendas, chalets y casas unifamiliares. La construcción de la Carretera a Llueves abre el paso hacia la vega de Contranquil a través del puente nuevo situado sobre el Güeña. Allí se alzarán edificios de estilo colonial americano y surgirá más tarde la zona Escolar: Escuelas e Instituto y Centro de Formación Profesional. Antón Rubín, escritor cangués, describe así la vida de Cangas en la segunda década del siglo XX: “En estas dos décadas primeras del Siglo XX, Cangas no fue otra cosa más que una gran tertulia que arrancaba del nuevo puente y terminaba en los aledaños de otro puente el de la Morra, camino de Covadonga”.
Y prosigue diciendo: “Cangas de Onís era tan endiabladamente individualista que hasta sus casas tenían nombre propio: El Palaciu Pintu, la Casa de Cortés, la casa de Eguibar, bastan como ejemplo. La gran enredadera de las tertulias se iniciaba casi en los estribos del puente viejo, en casa de Navarrín, dándose la mano con la sidrería H; pero los miembros de estos animados conciliábulos eran mucho más devotos del silencioso degustar de una empanada de anguilas que de las disquisiciones locales o políticas a que se entregaban otras reuniones. Y, ya en plano Cangas, dividido en dos vertientes por la prominente panza de la Pontiga, bajo la cual se oía el rumor del agua procedente del Chorrón, se iniciaba el verdadero imperio de la tertulia histórico político-literaria”.
Tertulias de Laria, de Dora, de la botica de Rubín, de la Moda y otras muchas. Cada una de ellas tenía su especialidad... Allí se hablaba de todo lo humano y lo divino.Y es, en este tiempo, cuando empiezan a surgir nombres a las calles, aunque sigan sonando en el pueblo con el nombre el barrio al que pertenecen. Uno de los primeros nombres concedido por acuerdo municipal fue el del Conde de Peñalver, dado al trozo de calle que unía la Carretera de Covadonga con la carretera de Castilla, por ser dicho Peñalver quien siendo diputado por este Distrito logra tal merced. Como ya hemos dicho la Carretera de Covadonga llevó el nombre de Hermanos García Ceñal, por ser ellos quienes lograron siendo Diputados la mejora de su trazado y construcción. (Hoy parece olvidado tal nombre) La calle que va por la Pontiga desde la calle San Pelayo hasta la vieja Iglesia Parroquial, llamada primitivamente como calle de Peri, fue señalada en los años treinta como Calle de Feliciano Álvarez, quien había conseguido para Cangas la Escuela de Trabajo. Hoy la calle recibe el nombre de Evaristo Sánchez.
La Calle Emilio Laria, Médico emérito, que muere joven es la que enlaza la calle del Mercado, La Pontiga, a la Carretera de Covadonga.
A otro médico benemérito, Alfonso Noriega Fiquet, está dedicada la calle que une El Zanjón con la Carretera de Castilla. Así, se han venido concediendo calles a literatos, pintores, benefactores,etc. Es, creo, ésta la primera ocasión que se dedica aun Maestro, a un enseñante. Esto es para mí, por lo que representa, emocionante.
Y de nuevo doy gracias, de todo corazón, a los que he mencionado anteriormente, y a todos los demás que no se sienta incluidos en la citación, con una brazo y recuerdo que será constante.
Y para final un deseo y una petición. Este es el año del centenario de Alejandro Rodríguez Álvarez, Alejandro Casona, Maestro que fue de la Escuela mixta de Narciandi, en esta Parroquia, autor de obras de teatro y otro tipo de escritos literarios, un asturiano universal. Mi deseo es que se coloque en la Capilla de San Pedro de Narciandi, cuyo pórtico servía entonces de Escuela, un aplaca que lo recuerde.
Por ello, también gracias”.