sábado, 11 de abril de 2009

Completo en Covadonga, flojo en los Lagos

La afluencia turística baja en la comarca, principalmente en el interior, y el consumo cae en picado con respecto a los años anteriores, según los hosteleros y los restauradores.



Covadonga / Poncebos,
A. SÁNCHEZ R. / B. MORÁN /
J. M. CARBAJAL . LNE


La Semana Santa comenzó con lleno en Covadonga y afluencia intermitente al parque nacional de los Picos de Europa. En el primer día de restricciones en la carretera de los Lagos el tráfico entre Cangas de Onís y el real sitio fue fluido. De los cuatro aparcamientos habilitados para el Plan de Transporte a los Lagos, El Lleráu, El Bosque, Llerices y El Repelao, sólo este último puso el cartel de «completo». Sí hubo «mareona» de turistas en Covadonga, adonde se acercaron miles de personas durante la jornada. En los Lagos, mucho menos de los que las autoridades esperaban.

Hubo ayer algún valiente que se atrevió a subir andando desde Covadonga a los Lagos. Doce kilómetros de puerto de categoría especial. Fue el caso del vallisoletano Juanjo Pedrero Mateo y su familia, hospedados en una casa rural de Corao. Tres horas de viaje, pero ni siquiera su hija Silvia Pedrero Barrio, de ocho años, flaqueó en la durísima cuesta de La Güesera.

El precio del billete de autobús, -siete euros los adultos, tres euros los niños- y de los aparcamientos -dos euros- es aceptado por la mayoría de los turistas, aunque las familias de las hermanas madrileñas Raquel García y Patricia García, que suman cuatro adultos y tres niñas, reclamaron un «precio especial» para «grupos familiares». Para Roberto Vivó y Vicenta Martí, joven pareja valenciana, la experiencia de la subida en autobús a los Lagos fue «muy emocionante». Sacaron fotografías espectaculares, en las que se ve hasta el mar Cantábrico. Eso sí, pasaron miedo y vértigo cuando su autobús se cruzaba con otros en la estrecha y sinuosa carretera que conduce a los Lagos.

En Poncebos (Cabrales) menos turistas que el año pasado y muy poco consumo. No hubo retenciones ni atascos a la entrada del parque nacional, una estampa bien diferente a la de años anteriores. Aurora Sobero, propietaria del hotel La Garganta del Cares tiene estos días un 50 por ciento de ocupación, frente al 100 por ciento de la Semana Santa de 2008. «Era previsible que no iba a ser una buena Semana Santa por la crisis. Hay mucha gente, pero la mayoría viene a caminar porque es gratis; el consumo está bajo este año», apuntó.

En el hostal Poncebos las previsiones para este puente tampoco son muy optimistas. Francisco Rey, encargado del negocio, aseguró que tiene la mitad de sus habitaciones libres y sin reservas. «No son buenos tiempos para este sector», señaló Rey. La crisis hace mella.

La ciudad de Cangas de Onís, mientras tanto, registró durante la mañana de ayer una notable afluencia de visitantes, llegando incluso a ralentizar puntualmente el tráfico en la travesía de la N-625, en la entrada a la localidad desde Arriondas.

En Llanes y Ribadesella hubo una notable afluencia de visitantes, lo que generó mucho ambiente en las principales calles de ambas villas. No se registraron atascos ni retenciones de importancia en zonas como Unquera (Cantabria) o L'Arquera, en Llanes, donde tradicionalmente hay problemas circulatorios los días de Jueves Santo. En todo caso, el Viernes Santo suele ser el día de mayor movimiento turístico, por lo que las mayores retenciones se esperan para hoy.

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