Presentación del libro: "La segunda muerte de Cristo" de Luis Ricardo Alonso
Viernes, 05 de septiembre de 2008. Casa de la Cultura de Cangas de Onis
El recurso de la ficción sirvió a Luis Ricardo Alonso para «reflexionar sobre la situación presente de Dios y el cristianismo», explicó el profesor emérito de la Universidad de Oviedo José María Martínez Cachero en la presentación del libro «La segunda muerte de Cristo» en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. El autor, nacido en San Juan de Parres pero que ha pasado casi toda su vida entre Cuba y Estados Unidos, recurrió en esta novela a su patria chica para ambientar una trama que ubica un pedazo de la cruz de Jesucristo en un monasterio de los Picos de Europa.
Dos forasteros, un visitador de una orden de monjes y un telepredicador estadounidense, debaten sobre el futuro o la utilidad de la reliquia, teniendo especialmente en cuenta el aspecto económico. «Ambos están siempre acompañados por dos personajes no humanos: la cruz y el tiempo», detalló Martínez Cachero.
Antiguo colaborador de Fidel Castro y actual exiliado cubano, Alonso no quiso rodear su discurso con su opinión acerca de la religión: «Que el libro y los personajes hablen por sí solos». Con esta intención reveló detalles del trasfondo de Mister Terry, el telepredicador estadounidense: «Para crear a Mister Terry me inspiré en un telepredicador de la televisión estadounidense. Cada día me preguntaba cómo se podía aprovechar así de los sentimientos religiosos de la población para ganar dinero. En Estados Unidos es casi tan fácil montar una Iglesia como en España poner un bar», comparó Alonso.
Viernes, 05 de septiembre de 2008. Casa de la Cultura de Cangas de Onis
El recurso de la ficción sirvió a Luis Ricardo Alonso para «reflexionar sobre la situación presente de Dios y el cristianismo», explicó el profesor emérito de la Universidad de Oviedo José María Martínez Cachero en la presentación del libro «La segunda muerte de Cristo» en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. El autor, nacido en San Juan de Parres pero que ha pasado casi toda su vida entre Cuba y Estados Unidos, recurrió en esta novela a su patria chica para ambientar una trama que ubica un pedazo de la cruz de Jesucristo en un monasterio de los Picos de Europa.
Dos forasteros, un visitador de una orden de monjes y un telepredicador estadounidense, debaten sobre el futuro o la utilidad de la reliquia, teniendo especialmente en cuenta el aspecto económico. «Ambos están siempre acompañados por dos personajes no humanos: la cruz y el tiempo», detalló Martínez Cachero.
Antiguo colaborador de Fidel Castro y actual exiliado cubano, Alonso no quiso rodear su discurso con su opinión acerca de la religión: «Que el libro y los personajes hablen por sí solos». Con esta intención reveló detalles del trasfondo de Mister Terry, el telepredicador estadounidense: «Para crear a Mister Terry me inspiré en un telepredicador de la televisión estadounidense. Cada día me preguntaba cómo se podía aprovechar así de los sentimientos religiosos de la población para ganar dinero. En Estados Unidos es casi tan fácil montar una Iglesia como en España poner un bar», comparó Alonso.
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