Consuelo Suárez Carcedo. luisma murias«Necesitamos un gaitero y un profesor de bailes regionales permanentes; hay veinte niños interesados en formarse»
Oviedo, Ángel FIDALGO LNE
Consuelo Suárez Carcedo es la vicepresidenta del Centro Asturiano más alejado del Principado, el de Melbourne, en Australia. Consuelo Suárez se encuentra estos días en Oviedo, y el pasado martes se reunió con el viceconsejero de Emigración, Valentín Ruiz García, a quien informó sobre las distintas actividades que se desarrollan en el centro, entre ellas las fiestas del amagüestu, de la fabada y la celebración de la Santina. El Centro Asturiano de Melbourne recibirá este año 5.700 euros del Principado como subvención para realizar distintas actividades.
-¿Por qué eligió el país más lejano de Asturias para emigrar, siendo muy joven?
-Decidimos marcharnos a Australia porque en ese tiempo, hablo del año 1967, ofrecía muchas facilidades a los emigrantes, y para nosotros resultaba un destino muy atractivo, porque se hablaba mucho de las oportunidades que ofrecía este país. Y realmente había muchas posibilidades de que nosotros alcanzáramos una buena situación económica y social, y como éramos jóvenes, el hecho de que estuviera en el otro lado del mundo lejos de asustarnos, nos animó, porque tenía cierta aventura.
-¿Cómo es la colonia asturiana de Melbourne?
-No es muy grande, pero estamos todos muy unidos, y siempre tenemos presente a Asturias. En el Centro Asturiano somos unos ciento cincuenta socios, aunque alguno de ellos son simpatizantes de nuestra región y de nuestra cultura. Pero asturianos, lo que se dice asturianos, habrá medio centenar de familias aproximadamente.
-Un país en el que, al contrario de lo que ocurre en Sudamérica, los emigrantes asturianos no tienen problemas económicos.
-En este aspecto estamos bien. Pero la lejanía algunas veces pesa, sobre todo a los que tenemos algún hijo en España. Pero sí, la mayoría somos pensionistas que tenemos una paga que nos permite vivir desahogadamente. Pero hay que decir que la situación del país ya no es la de antes, porque la subida del petróleo está repercutiendo mucho en el encarecimiento de todos los productos. Australia ya no es lo que era.
-¿Qué piden al Gobierno del Principado?
-Lo principal es que no se olviden de nosotros, porque al ser un grupo pequeño algunas veces tenemos el temor de que no se acuerden de nosotros. En el plano económico necesitamos una ayuda, pero lo que más nos hace falta es que echen una mano en cuestiones culturales, para poder seguir manteniendo nuestras tradiciones. Pero la verdad es que en general nos tratan bastante bien.
-En el aspecto cultural, ¿qué es lo que piden?
-Llega un gaitero desde Asturias una semana o un mes y también algún profesor de bailes regionales, pero no es suficiente. Ahora tenemos un grupo de veinte niños de 4 a 13 años que quieren formarse en nuestro folclore, y no pueden hacerlo por falta de un profesor permanente.
-¿Y la escuela de asturianía?
-Para nosotros mandar todos los veranos a alguno de nuestros jóvenes a la escuela de asturianía para formarse en alguna de estas disciplinas resulta muy complicado, porque coincide con nuestro curso académico. De ahí nuestra insistencia en buscar una solución a este problema.
-¿Cómo viven la asturianía desde las antípodas?
-A lo largo de todo el año organizamos distintos eventos, aunque la fiesta más grande la celebramos en septiembre, el día de la Virgen de Covadonga. Sacamos a la Santina en procesión, una imagen que hizo un chico asturiano y que está bendita. Lo que sentimos es no poder celebrar una misa, pero en Australia, como sólo admiten las imágenes en los templos, nos es imposible. Tendríamos que construir nosotros una iglesia o una capilla como mínimo para poder rendirle culto, pero no es fácil.
-¿En la sociedad de Melbourne se les reconoce o pasan desapercibidos por ser tan pocos?
-Donde Asturias está más presente en Australia es en la fiesta de la Hispanidad, donde participamos en el gran desfile y nos identifican ya como asturianos, y no sólo como unos españoles más, lo que nos llena de orgullo.
-Vamos, que también promocionan Asturias.
-Sabemos que una gran parte de los turistas australianos que visitan Asturias lo hacen después de conocernos, porque en muchos de los actos en los que participamos ponemos una carpa decorada con imágenes de Asturias y con algunos de nuestros productos, que a los australianos les encanta.
-¿Incluso la fabada?
-Este plato les gusta especialmente, igual que muchos de nuestros quesos, incluido el cabrales. Solemos hacemos una gran fabada como mínimo una vez al año con unos cincuenta kilos de fabes, a las que añadimos la morcilla y el chorizo que hacemos nosotros mismos, y les gusta muchísimo.
-Son también toda una embajada gastronómica.
-Desde luego, ya que también tenemos la fiesta de la castaña, en la que naturalmente hacemos un amagüestu, que es muy apreciado por los australianos.
-No dirá que además hacen sidra.
-No sólo eso, sino que la hacemos en un llagar igual que los que hay en Asturias, que fue hecho por uno de nuestros paisanos. Además presumimos de que nos sale muy bien, y a esto nos ayuda la manzana australiana, que es muy buena. Los asturianos que viene a visitarnos dicen que incluso nuestra sidra es mejor de la que se hace en Asturias. Lo único que tenemos que traer de Asturias son los vasos de sidra.
Consuelo Suárez
Es vicepresidenta del Centro Asturiano de Melbourne (Australia), institución que tiene unos 150 socios. A este país emigró en 1967, junto a sus tres hermanos desde Alemania, donde se encontraban trabajando.
Esta mujer, nacida en lo localidad de Llano de Con (Cangas de Onís), es uno de los muchos ejemplos del espíritu emprendedor y laborioso de los asturianos, y también una referencia a la hora de mantener la asturianía en el país más alejado del planeta de su lugar de nacimiento.
«Nuestra sidra dicen que es mejor que la que se hace en Asturias, porque la manzana australiana es muy buena»
«A lo largo de todo el año realizamos eventos, desde la fiesta de la Santina a amagüestos»
«Muchos de los australianos que vienen de turismo a Asturias lo hacen por nuestra labor»
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