sábado, 25 de agosto de 2007

Cueva de Tito Bustillo

La cueva de Tito Bustillo es uno de los grandes santuarios del arte paleolítico de Europa.


La Cueva forma parte de una red de cavernas conectadas entre sí y pertenecientes a una misma formación caliza en la que se abren otras grutas habitadas temporalmente por el hombre prehistórico:La Lloseta y la Cuevona. Todo este sistema de galerías y simas nació con la actividad erosiva del rio San Miguel, afluente del Sella. A través de una de las simas, conocida como el Pozu de la Cerezal, descendió en abril de 1968 un grupo de espeleólogos, que se encontraron ante un extraordinario conjunto de figuras grabadas y pintadas sobre las paredes. Así pues, lo que llamamos Tito Bustillo es en realidad la unión de dos cuevas distintas, cada cual con sus zonas artísticas y con accesos independientes desde el exterior.


El Sector Occidental corresponde a una cueva de boca cegada por un hundimiento ocurrido hace miles de años. Subsiste en esa entrada primitiva el recuerdo arqueológico de la estancia en el lugar de grupos de cazadores y recolectores de fines del paleolítica Superior (periodo Magdaleniense). A los restos de alimentación, en particular huesos de ciervo y también conchas de moluscos recolectados en la costa cercana, se suman instrumentos de piedra y objetos óseos cuidadosamente decorados (espátulas, un bastón con adornos incisos...) y, como más llamativa, la pequeña escultura que reproduce, vista de perfil, la cabeza de una cabra. Durante parte de esa ocupación de la cueva por el hombre reinaban en el territorio de Ribadesella unas condiciones climáticas rigurosas; del frío imperante dan fé los hallazgos de piezas esqueléticas de foca y topillo nórdico

Es precisamente en el Sector Occidental donde se conservan las muestras artísticas más espectaculares de Tito Bustillo. La llamada Galería de los caballos, en la que abundan las composiciones grabadas sobre la roca, reúne distintas figuras de dicho animal junto con las de algún gran bóvido de los tiempos glaciares (uros o bisontes) y la de un reno. Por la similitud técnica y estilística que ofrecen todas esas representaciones se las puede considerar como contemporáneas.


En el Panel Principal encontramos el conjunto plástico de mayor complejidad de la cueva. Allí se entremezclan y superponen diferentes formas y estilos: figuras pintadas en rojo negro, otras grabadas con trazo simple o múltiple además de composiciones bícromas a las que se les aplica también el grabado , áreas de la roca raspadas para resaltar ciertas composiciones, etc.

La sala del Panel Principal conoció al principio, exclusivamente, motivos pintados en rojo, hoy irreconocibles; fueron después pintados sobre aquellos algunos signos, también rojos, para recibir a continuación varias imágenes de animales de color negro (un caballo, un uro, un bisonte, distintos ciervos). Posteriormente se fue complicando el panel con el añadido de figuras grabadas (varias cabezas de cierva, por ejemplo).

Sucedió a esta etapa la aplicación de una capa de pigmento rojo cubriendo la pared, para, sobre este fono homogéneo, destacar grandes figuras polícromas: los magníficos caballos y renos, claramente perceptibles para el visitante. Es ésta de los polícromos la época de mayor realismo artístico en Tito Bustillo, uniéndose en las figuras los pigmentos rojo y negro con la técnica del grabado.

La definición de los detalles en los animales representados, tanto anatómicos como de pelaje (anotación de cebraduras, etc.) expresa los mayores logros del arte rupestre paleolítico en la región. La cercanía técnica y conceptual entre los diversos episodios compositivos apunta a una relativa proximidad cronológica entre las sucesivas fases artísticas conocidas en el Panel. Las excavaciones arqueológicas en su base permitieron además localizar vestigios de la presencia y actividad de los artistas, como utensilios de piedra colorantes minerales fuegos de iluminación y los huesos de algunos animales allí consumidos.

Al Sector Oriental se llegaba primitivamente a través de la gran boca próxima a la orilla del Sella que conocemos como la Cuevona. La comunicación primitiva entre las cuevas occidental y oriental se hallaba dificultada por diversos accidentes naturales disminuidos ahora por las obras de acondicionamiento de las galerías para su exhibición turística


Se distribuye el arte rupestre de este sector en siete áreas, cuatro de las cuales (I, II, IV y V) componen lo que viene llamándose Santuario A, en el que destacan los signos pintados en rojo (puntuaciones, figuras en forma de clavo, vulvas o esquemas alusivos a los órganos sexuales femeninos, etc.) En la pared izquierda se extienden las áreas I, VI y VII del Santuario B. En éste, por oposición al anterior, aparecen diferentes representaciones de animales (grupos de ciervos que parecen caminar juntos, caballos, uros, alguna cabra) todas ellas grabadas en la roca. Concluyen el repertorio varios signos inidentificables y restos de pintura roja. Finalmente, el Santuario exterior, compuesto por figuras rojas semejantes a las del panel principal, se encuentra próximo a la entrada antigua de la cueva que los desprendimientos ya comentados hacen hoy impracticable. Al visitante de Tito Bustillo puede causarle extrañeza el ingreso a las galerías prehistóricas a través de un túnel artificial abierto, para la explotación turística de la estación paleolítica, en la orilla de la ría, no lejos de Ribadesella

Una vez en ellas percibirá, sin embargo, el ambiente especial de los santuarios profundos en los que el hombre de fines del paleolítico (Magdaleniense) supo fijar, con una notable capacidad artística, un amplio conjunto de signos y figuras animales que llegan hasta nosotros después de 12.000 ó 13.000 años de silencio y oscuridad. Al observar ese legado del primer gran ciclo artística de la Historia del Hombre no podemos olvidarnos de que, más allá de la calidad plástica de lo figurado, significó para sus autores un complejo texto simbólico alusivo a la propia comprensión del mundo en que vivían y de si mismos.

Visitas: Abierto desde el 1 de Abril hasta el 8 de Septiembre. Cerrado: Lunes y Martes. Entrada gratuita: Miércoles. De Miércoles a Domingo el horario de taquilla es de 10:00 a 16:30 horas. Pases a la cueva cada 25 minutos, desde las 10:25 hasta las 16: 15 (último Pase).La visita está limitada a un máximo de 360 personas por día, 24 por pase. Las visitas son guiadas, en castellano, y tienen una duración aproximada de 60 minutos, para un recorrido de unos 1.800 metros. Temperatura de 12,5 grados y humedad relativa del 98%.Se aconseja la utilización de vestuario y calzado para un terreno húmedo.Información: (+34) 985 86 11 20 www.ribadesella.com

No hay comentarios: