Más de 180 personas de toda España, entre ellas Irene Villa, participaron el el séptimo descenso del río para discapacitados .
Con este ya son siete. La Federación Asturiana de Minusválidos (Fedema) volvió a organizar el descenso del Sella para discapacitados al que acudió gente de toda España. Con música de gaita y tambor y presencia del presidente del Comité Internacional del Descenso del Sella, Emilio Llamedo, comenzó la salida de piraguas. Este año el acto congregó a más participantes que nunca, hasta alcanzar un total de 180 palistas.
Y cada uno, con su experiencia. Agustín tiene 43 años, es madrileño y es su tercera participación. «Es muy divertido, llevo más agua dentro de la canoa que la que hay en el río, y además me caigo mínimo, una vez todos los años» bromeó. También madrileño es Sergio Martín, quien dijo que lo mejor de todo es que «practicamos un deporte además de pasarlo genial. Los últimos 10 kilómetros los hacemos en plan competición y yo gané un año». Ambos, junto con otros amigos, vienen gracias a la fundación 'También', que practica múltiples deportes con los discapacitados.
Pablo Gómez es monitor de vela y de esquí, entre otros. Define su labor como una colaboración con este colectivo, para que a través del deporte se sientan integrados en la sociedad. «Me alegra que este año participe tanta gente», celebró. Entre los palistas estaba José Andres Blanco Sánchez, ganador hace ya dos años de este descenso. Este asturiano pertenece al Club Cosa Nuesa. Blanco también destacó la elevada participación este año y aseguró que «el 90% de los discapacitados aqui presentes práctican deportes como tenis de mesa o baloncesto a niveles muy altos».
IntegraciónIrene Villa también quiso participar en el descenso. Sólo faltó a una edición por un viaje al extranjero. «El deporte es importante para asumir lo que tienes. Te hace estar en forma y sentirte integrado. Es un reto más de superación», declaró la joven, víctima hace años de un brutal atentado de ETA. Actos como éstos hacen que estas personas puedan conocer a más gente, relacionarse y organizar actividades tan saludables como lo es el deporte. Irene tambié afirmó que este año practicó por primera vez esquí. En este descenso, los participantes tienen la oportunidad de competir, pero sólo aquellos que lo deseen
«Es un trabajo estupendo patrocinar el deporte adaptado» manifestó Elisa Ojeda, adjunta de coordinación de la fundación 'También', de la que se benefician entre 1.200 y 1.300 personas. «Somos la única entidad en España que adapta el ocio a los discapacitados físicos», explicó. A partir de ahí llega la integración social para estas personas.
Por otro lado, el descenso fue vigilado por 5 equipos de bomberos, 3 dispositivos de Protección Civil y un helicoptero, que velaron por la seguridad de todos los participantes durante el transcurso de la prueba. Gracias también a ellos, un año más esta reunión deportiva volvió a ser un éxito, aunque no se retransmita por la tele para toda España.
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