domingo, 28 de agosto de 2011

NICOLAS ESTEVANEZ MURPHY


Cangas de Onis es una ciudad que trata bien a sus habitantes, da igual que estos hayan nacido aquí , o que tan solo hayan vivido unos años entre nosotros , desde luego nunca la olvidaran y parece ser que en el pasado también fue así , hoy les presentamos a un personaje ilustre que un día vivió en Cagas de Onis y que nos cuenta como fue su vida ;


NICOLAS ESTEVANEZ MURPHY


Militar, político federalista, ideólogo y traductor español, a quien se deben versiones en lengua española de La Política de Aristóteles, Obras escogidas de Séneca, Obras escogidas de Cicerón, Del espíritu de las leyes de Montesquieu, Catecismo positivista de Augusto Comte, &c. (publicadas todas en París por la casa editorial de Garnier hermanos, con la que colaboró muchos años). Nació en Las Palmas de Gran Canaria el 17 de febrero de 1838, hijo de un militar progresista de origen malagueño, Francisco de Paula Estévanez, y de Isabel Murphy Meade, de una familia de comerciantes de ascendencia irlandesa asentados en España (los hermanos Estévanez Murphy –Diego, Patricio y Nicolás–, y en particular Nicolás, son bien recordados hoy en las islas Canarias, donde calles e instituciones llevan su nombre; incluso algunos alucinados descerebrados se empeñan en reivindicar a Nicolás Estévanez como «uno de los padres del nacionalismo canario»). Ingresó en 1852 en la Academia de Infantería de Toledo, y terminó sus estudios en 1856. Ese mismo año tomó parte con su batallón (cazadores de las Navas) en la represión de las jornadas revolucionarias de julio de 1856 en Madrid. Estuvo de guarnición en Cangas de Onís y en 1858 fue comandante militar de Llanes.

Una vez alcanzado el grado de alférez hizo la campaña de África en 1859 y 1860 con el regimiento de Zamora, al mando de Antonio Ros de Olano, donde fue herido, ascendido a capitán y condecorado con la cruz laureada de San Fernando por haber intervenido en quince acciones y dos batallas. En 1863 fue destinado a Puerto Rico, y en 1864 se le encargó que visitara los Estados Unidos para estudiar los episodios militares más importantes de la Guerra de Secesión, y elaborar la Memoria correspondiente. De octubre de 1864 a julio de 1865 intervino en la guerra de Santo Domingo, mandando un batallón, a pesar de ser capitán.


Esto es lo que nos cuenta de su vida aquí;


«Suponiendo que en Cangas habría de estar exento de obligaciones, llevaba el propósito de estudiar mucho. Había contado, sin la huéspeda, esto es, sin mis nuevos compañeros, que eran una legión de atolondrados. Encargué bastantes libros a Oviedo, pero creo que todos se quedaron vírgenes. Los capitanes eran ya maduros, y se contentaban con que los dejáramos hablar de Arbalán y de Mendigorría, de Luchana y de Morella, o murmurar un tantico de O'Donnell y de Narváez; pero los subalternos eran jóvenes y nuestra existencia fue demasiado movida. Ya eran expediciones a Ribadesella o al Infiesto, ya cabalgatas a Onís o a Covadonga, ya partidas de caza... y aun de pesca. Únicamente el capitán Alcalá se pasaba la vida herborizando, no porque la botánica la importara mucho, sino porque le gustaba comer berros. Nuestro jefe era D. Juan Vázquez de Mella, un veterano muy amable, muy digno y por añadidura liberal, bastante más liberal que su hijo el orador carlista, quien por entonces no había nacido ni pensaba en eso; como que asistí meses después a la boda de sus padres ¡si seré viejo! Los subalternos, publicábamos un periodiquito, manuscrito, por supuesto, del que circulaban copias, no diré por todo el mundo, pero sí por Cangas y lugares adyacentes. Se titulaba El Orangután y era inocentemente subversivo. Se suspendió por consejo del comandante Mella, pues éste, aunque progresista no encontró bien que hiciéramos en verso y prosa la apología del oso que devoró a Favila, Rey de Cangas. Suspendido el periódico, solíamos ir en peregrinación a Villanueva, el sitio mismo en que Favila murió, y allí nos descubríamos respetuosamente en honor del oso regicida.


La intención es hacer una recopilacion de todos aquellos personajes ilustres que un día vivieron en Cangas de Onis a lo largo de la historia independientemente de donde hayan nacido


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estuve este año en Llueves en la conmemoración del oso que mató a Favila, e iré el año que viene, que se celebran los 150 años del gesto de Nicolás Estévanezs, será el 17 de mayo de 2008.

El Lugar es precioso, y espero que en Cangas de Onís se promocionen tanto el lugar como la conmemoración.