miércoles, 8 de febrero de 2012
Los españoles de París ofrecen una corona a la Virgen de Covadonga.
Domingo 11 de junio de 1939
La colonia española de París ofrece a la Virgen de Covadonga una rica y artística corona
—Los miembros de la colonia española, residentes en París, con ocasión del inmediato retorno a España de la imagen de Nuestra Señora de Covadonga, han tenido el generoso y simpático rasgo de ofrendar a la Virgen y al Niño, dos magníficas coronas.
Las coronas han sido fabricadas en Vermeill, con piedras preciosas montadas en oro. La Cruz que domina la corona de la Virgen, reproduce e1 dibujo y la forma de la Cruz de la Victoria del rey Pelayo, actualmente en la Cámara Santa de Oviedo. El centro está formado por un topacio; sobre cada brazo, lleva engarzados tres brillantes y en las extremidades, una esmeralda entre dos rubíes. Cuatro perlas adornan, además, la base de esta Cruz, La decoración, cincelada, está formada por palmas en relieve, símbolo de la Victoria. Los motivos centrales, son: cuatro pequeños arcos formados por lóbulos, cuyos granates y topacios reproducen los colores nacionales y tienen por centro una perla de fino oriente. La diadema está adornada con cuatro topacios y cuatro escudos de esmalte de color, todo de una gran finura.
El escudo de España, figura entre las dos fechas: «718, Victoria de Covadonga», y «1939.
A derecha e izquierda las armas de Oviedo con la cruz de los Angeles, y las de Asturias con los trazos del oso. Al dorso de la Cruz, la espada de Santiago, símbolo de la caballería española.
La corona del Niño Jesús tiene en la parte superior la Cruz dominando al mundo, representado
por una amatista en forma de bola, y presenta la misma decoración y riqueza que la de
la Virgen, con perlas finas, topacios y granates.
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