Los camareros estámos entre cuatro y seis veces más expuestos al humo del tabaco que otros trabajadores. Según un estudio de la Universidad de Dundee, en Escocia, un mes después de la entrada en vigor de la ley antitabaco, la capacidad respiratoria de un 32 por ciento de los camareros ha mejorado. Pese a llevar unos nueve años inhalando el humo.
La reducción de la inflamación de las vías aéreas y de la irritación de los ojos han sido los principales beneficios. Sobre todo en los camareros con problemas de asma o rinitis.
El trabajo analizó la exposición al humo antes y después de la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados. En ambos casos se midieron síntomas respiratorios y sensoriales como tos, falta de aire y ojos o garganta irritados.
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